IX.

774 64 8
                                    

P.O.V SONIA STONE

Flashback

-Familia quiero presentarles a Pamela Johns – dice Sandra sonriendo y voltea a verla, la pelinegra se ve un poco nerviosa pero sonriente –
- Mi nieto me enseñó una foto de usted – dice el señor Pablo mientras se pone de pie para acercarse – pero déjeme decirle que es más guapa en persona, un placer Pablo Torrini – se presenta caballerosamente y hago una mueca de desagrado pero me quedo hipnotizada mientras veo a la rubia morderse en labio inferior –
- Un placer, Pamela Johns – se presenta la pelinegra y miro a otro lado –
- Bienvenida – dice el señor Pablo y giro la mirada para ver a Sandra feliz –

Final Flashback

-¡Sonia! – me sobresalto y miro a Alfredo –
- ¿Qué? – pregunto y me mira confundido –
- Llegamos – susurra sonriendo de lado y miro el edificio y asiento – ¿todo bien? – pregunta y asiento –
- Solo es cansancio – respondo y sonríe mientras se quita el cinturón de seguridad –
- ¿Y si me invitas? – pregunta acercándose y dándome un corto beso, lo cual me hace sonreír –
- Mañana, realmente quiero dormir – respondo y hace un puchero que me hace reír –
- Feliz noche preciosa – se despide y me acerco para besarlo –
- Hasta mañana hermoso – me despido y sonríe para tomar mi mejilla y darme un último beso –

Sonrío y le guiño un ojo para finalmente quitarme el cinturón de seguridad, agarro mi cartera y me bajo de la camioneta, lo veo marcharse y me doy la vuelta para caminar hasta entrar al edificio, saludo al portero y me acerco al elevador, toco el botón y otra vez ella viene a mi mente, me quejo y niego varias veces para sacarla de mi cabeza, como si fuera así de sencillo, tres meses han pasado desde que la conocí y ni un día he podido dejar de pensar en ella, incluso sabiendo que es ex esposa de mi novio, de que es mi jefa y que una noche la vi irse con esa mujer, lo cual me llenó de rabia y hasta ahora no entiendo porqué.

Después de unos minutos estoy saliendo del ascensor y saco las llaves de mi apartamento del abrigo, me acerco y abro para entrar, cierro y el olor a comida se adueña de mis fosas nasales, eso solo tiene una respuesta y ahora mismo agradezco que no subí con Alfredo, me acerco a la sala y dejo la cartera, me quito el abrigo y también lo dejo en el sofá, me giro y me acerco a la cocina para apoyarme de la barra mientras veo a mi hermana cocinando.

-¿Qué es? – pregunto aunque me imagino que es –
- Fettuccine Alfredo – responde y sonrío maravillada –
- Amo que la abuela te enseñe esas recetas – digo y se ríe asintiendo –
- Ir a Italia me sirvió de mucho – responde y entro a la cocina para abrazarla –

Extrañaba tanto a mi hermanita, se fue para Italia ya que quería pasar navidades con los abuelos Belucchi y me parecía lógico, me hubiese encantado ir pero el trabajo no me iba a permitir tanto tiempo en Italia, así que decidí pasarla acá con mis padres y Alfredo, aunque la navidad Alfredo la pasó con los mellizos.

-¿Cómo ha estado todo por aquí? – pregunta Elettra y suspiro mientras me siento detrás de la barra –
- Supongo que bien – respondo aburrida –
- Papá me dijo que ya es oficial tu noviazgo con Alfredo – dice mi hermana y asiento – ¿eres feliz? – pregunta y finalmente voltea a verme –

¿Soy feliz? Me pregunto mientras veo a Elettra quien me mira atenta, no sé realmente qué tan feliz soy, digo hasta hace tres meses era la más feliz pero vivía en un estúpido engaño, ahora que si es todo real no sé realmente como me siento, me muerdo el labio y frunzo el ceño porque no tengo una respuesta exacta, esos hermosos ojos verdes pasan por mi mente y más furiosa me siento porque ella no tiene nada que hacer en mi mente… Maldita mente, como te odio a veces, pienso mientras Elettra me mira confundida.

La amante de mi marido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora