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Dicen algunos que el amor justifica y perdona lo bueno y lo malo ¿los engaños se perdonan? Hace 20 años que estoy con Alfredo mi primer amor, pensé que todo era perfecto, pero de unos tres años para acá todo es diferente en cierto punto, ciertamente nunca me ha faltado aquel hombre cariñoso desde el día número uno.

¿El problema? Una mañana llegó a mi puerta una mujer que cambiaría el rumbo de todo, ella era la amante de mi marido, ¿Cómo creer que a quién le diste 20 años de tu vida te engaña? Evidencias tras evidencias, lo presentía pero me hacía la que no sabía.

¿Pero que pasa si gracias a tu marido conoces el verdadero amor? Sonia Stone, una mujer alta, cabello negro azabache, piernas largas, la amante de mi marido. Cuando la vi por primera vez, sus ojos azules me embelesaron, aunque luego la odié pero entendí que no era ella el problema… Lo era él.

Luego de tiempo donde obviamente dejé a Alfredo, decidí seguir mi vida, mis hijos lo entendían y fue allí en esa empresa donde la volví a ver, yo era su jefa y no podía negar que era buena en lo que hacía… Y me enamoré, me enamoré de la amante de mi marido.





- ¿Y si él se entera? – preguntó titubeante –
- Lo que es igual no es trampa – sonreí cínica y soltó una carcajada para besarme –

La amante de mi marido Where stories live. Discover now