Capítulo 38

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-No lo hagas, pequeña. Ya me has fastidiado bastante por hoy -gruñó Adonis.

-¿El rey no puede soportar las burlas? -dije jadeando.

-Vas a tener muchos problemas. -Los ojos de Adonis se entrecerraron.

-Lo que tú digas -Me aparté el pelo hacia atrás.'

-Eso es. -Adonis se lanzo hacia mí.

Supongo que debo retroceder unas horas hasta esta mañana. Al despertarme, me sentí muy bien. Todo mi cuerpo se sentía mucho mejor y era como si me hubiera quitado un peso de encima.

Adonis enterró su cara en mi pelo y respiró mi aroma.

-No quiero levantarme -murmuró Adonis.

-Yo tampoco, pero mis padres están aquí. Quiero pasar un rato con ellos antes de que se vayan. -De mala gana, me desenredé del calor de Adonis y me dirigí al baño para arreglarme.

Cuando bajé mis padres y mi familia ya estaban sentados y charlando. Damien, Gabe y Evan también estaban allí.

-Buenos días. -Hice notar mi presencia.

-Buenos días, ¿has dormido bien? -preguntó Evan, con un brillo burlón en sus ojos.

-Mejor que tú, claramente. Quizá la próxima vez deberías dormir de verdad -bromeé.

Evan fingió indignación, mientras Gabe y Damien se reían.

-Voy a fingir que no he oído eso -murmuró Sai.

-Te quiero, hermano mayor. -Me reí.

-Cariño, nos vamos después del desayuno  -sonrió Mamá con tristeza.

-¿Qué? ¿Por qué no después de comer? -pregunté.

-Ay, cariño, tenemos que volver. Tu padre y tu hermano tienen responsabilidades que no pueden ignorar. -Mamá se acercó para darme un abrazo.

-Ojalá pudieras quedarte más tiempo -suspiré.

-La próxima vez -prometió Mamá.

-La próxima vez tienes que hacernos tú una visita -se burló papá.

-Calla. Es la reina, tiene mucha más responsabilidades que nosotros -respondió Mamá.

-Papá solo está bromeando,  mamá -sonreí.

-Que seas la reina no significa que no puedas venir de visita -intervino Sai.

-Estoy deseando que te vayas -le saqué la lengua.

-Vaya, Aarya, qué madura. -Sai puso los ojos en blanco.

-Ah, ¡qué alegría tener a mis hijos juntos de nuevo! -El sarcasmo de papá provocó la risa de los licántropos.

Zoya se sentó, sorbiendo su café con ojos divertidos.

-¿Qué me he perdido? -Adonis bajó las escaleras con el pelo todavía mojado por la ducha.

<<¡Qué ganas tengo de enterrar las manos en su cabello! Maldita sea, apuesto a que lo hace a propósito. Sabe que me encanta su pelo>>.

-Solo una pelea normal entre hermanos -se rio Damien.

-¿Te estás burlando de tu hermano, pequeña? -preguntó Adonis acercándose.

Por supuesto que preguntaría eso. Probablemente tratando de vengarse de lo de ayer.

-¿Ves? Incluso tu compañero sabe lo difícil que eres. -Sai tenía una expresión de suficiencia.

-¿Quieres que empiece a contar tus secretos? -pregunté, con las manos en jarras.

Reina de los Licántropos Where stories live. Discover now