Capítulo 27

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La férrea determinación en los ojos de Adonis no se desvaneció en ningún momento mientras me cogía de la mano y salíamos de la habitación.

Por supuesto que seguía enfadada con él, pero el vínculo de compañeros me hacía más difícil mantenerme así.

Volvimos a su estudio, donde Lexi y Niya seguían sentadas. Se levantaron de un salto cuando nos vieron y miraron a Adonis, preocupadas.

Adonis no les prestó atención. Se dirigió directamente a su mesa y cogió el teléfono.

-Traed a Luke aquí ahora -exigió Adonis-. Vosotras dos, id a buscar a vuestros compañeros -dijo, mirando a Lexi y a Niya.

Ninguna de las dos dijo una palabra, sino que se limitaron a asentir con la cabeza y se marcharon. Supongo que sintieron la ira de Adonis y no quisieron provocarlo.

Adonis ni siquiera me dio la oportunidad de sentarme; tiró de mí para que me sentara en su regazo.

Cómo aún estaba enfadada, intenté levantarme e irme, pero Adonis me sujetó. No podía soltarme de los brazos de mi compañero, que era jodidamente fuerte.

-Si sigues moviéndote así, no seré responsable de lo que ocurra después -gruñó Adonis-. Un licántropo tiene un límite de autocontrol cuando se trata de su compañera.

<<Oh, mierda>>. Inmediatamente dejé de moverme y sentí que el calor me subía por las mejillas.

Las imágenes de Adonis tomándome sobre su escritorio invadieron mi mente, y me detuve.

No era el momento de pensar en eso. Sacudí la cabeza para intentar apartarlas de mi mente.

Lo último que necesitaba era distraerme con guarrerías.

No tardaron en unirse todos. El estudio de Adonis era lo suficientemente grande para todos, así que decidí levantarme de su regazo y sentarme junto a Niya.

Estar cerca de Adonis no era bueno para mí ni para mi cuerpo.

Sabía que estaba enfadado con mi marcha, pero no dijo nada. Luke y Sophia se unieron a nosotros. La cara solemne de Luke me dijo todo lo que necesitaba saber.

Sophia se aferró a la mano de su compañero, probablemente para consolarlo después de lo que acababa de suceder.

-Ya es suficiente. Este idiota ha hecho de las suyas con nosotros, pero es hora de que le enseñemos con quién se ha metido -gruñó Adonis.

Evan y Gabe asintieron con la cabeza. Niya me agarró la mano y yo respiré profundamente.

-Luke, ¿descubriste si alguno de tus hombres vio algo? -preguntó Adonis.

-Me han dicho que solo había un guardia al que no reconocieron. Tenía una cicatriz en la cara. -Luke parecía enfadado.

-¿Una cicatriz? -Mi corazón se aceleró cuando siete pares de ojos se volvieron para mirarme-. Una cicatriz que parecían marcas de garras -murmuré en voz baja.

-¿Aarya? -Niya me miró, confundida.

-La señora. Me dijo que el hombre que la amenazó tenía una cicatriz que parecían marcas de garras en la cara. Tiene que ser el mismo tipo -respondí.

Adonis se agarró al lateral de su escritorio. Tanto Evan como Gabe miraron a Adonis, preocupados. Luke miraba a la pared, en silencio, pero su agarre de la mano de Sophia me inquietó.

-Dimitri, ¿podría ser? -comenzó Gabe.

-No, es imposible -cortó Adonis a Gabe.

-Creo que tienes que comprobarlo -intentó Gabe de nuevo.

Reina de los Licántropos Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon