Capítulo 28

9.9K 348 15
                                    

-Y otra vez. Golpea más fuerte -me miró Adonis.

El sudor me caía por la frente mientras suspiraba y volví a golpear el saco de boxeo. Te preguntarás qué estaba pasando; yo también.

Adonis fue fiel a su palabra. Me despertó temprano y me llevó a la sala de entrenamiento.

Cómo solo éramos nosotros dos, podía llevar un sujetador deportivo y unos pantalón cortos sin preocuparme de que Adonis le arrancará los ojos a alguien.

Me llevó al límite y más allá. Sin descansos y con entrenamiento constante. Me dolía el cuerpo, pero Adonis seguía presionándome.

Ahora mismo estaba practicando para aumentar mi fuerza.

Golpear el saco de boxeo sin descanso durante veinte minutos mientras Adonis se quedaba de pie en la esquina y me gritaba que golpeara más fuerte me hizo desear de todo Corazón que el fuera el saco de boxeo.

¡Qué gusto me daría!

Ahora mismo no era mi compañero; era mi entrenador . Su cara no mostraba ninguna emoción, y eso me ponía más difícil tratar de liberarme del entrenamiento.

Este Adonis no aceptaba tonterías de nadie , así que estaba atrapada.

Limpiándome el sudor de la frente , me volví hacía Adonis.

-¿Cinco minutos de descanso?

Entrecerró los ojos antes de responder:

-Te estoy cronometrando.

Gracias a Dios. Me arranqué los guantes y me desplomé en el suelo. Mi cuerpo no estaba acostumbrado a tanto entrenamiento.

No es que no estuviera en forma ni nada por el estilo....pero ¿a quien le gusta entrenar durante horas cuando puede estar en la cama viendo la televisión.

-¡Se acabaron los 5 minutos ! -Grito Adonis, haciéndome saltar.

Mierda. ¿Porque ha pasado tan rápido ? El estúpido tiempo siempre pasa despacio cuando no quieres, como cuando terminas el examen .

Por supuesto, cuando quieres que vaya despacio, nunca lo hará.

-Guantes puestos. ¡Vamos! -Grito Adonis.

Gimiendo, recogí los guantes y reanudé los puñetazos. Esta vez me imaginé que el saco era Adonis por que ahora mismo no estaba entre mis personas favoritas.

Golpee el saco de boxeo rápidamente antes de que se cayera y se derramara por todas partes. <<Oh, mierda, no creo que esto estuviera previsto>>.

-Bien, siguiente ejercicio -dijo Adonis, alejándose de la pared y acercándose a mí.

¿Eh? ¿Tenía que seguir? Una parte de mí quería interrogarle , pero la otra se negaba , por si acaso decidía hacerme golpear otro saco.

-Posturas de lucha. Puede que tu Licántropa ya sea una gran luchadora, pero tienes que serlo también en tu forma humana -explicó Adonis.

-Maldito seas, decirme que no soy una buena luchadora -murmuré.

-¿Has dicho algo? Preguntó Adonis.

-No -respondí.

-Quiero que copies las posturas que te muestro. ¿De acuerdo? -dijo.

Me limité a asentir con la cabeza , deseando que terminara el entrenamiento. Mi cuerpo estaba todo sudado y asqueroso; necesitaba una ducha cuanto antes.

Adonis estuvo casi una hora enseñándome posturas de lucha, como bloquear y esquivar. Me dolía todo, pero me negaba a decírselo; no quería parecer una blanda. Pero era más fácil decirlo que hacerlo.

Reina de los Licántropos Where stories live. Discover now