──Você me deixa louca, Lionel. Eu me derreto toda vez que você fala comigo, sorri para mim ou quando me dedica golos. Você me faz feliz só de te ver. Eu te amo.
──¿Qué me dijiste? No te entendí nada. Decimelo en español porfa'.
𝙳𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚊 �...
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14 de enero, 2022 Paris, Francia.
Leo, Thiago, Mateo y Ciro se encontraban en la cocina preparando el desayuno los tres juntos. Aunque, por obvias razones, Thiago era el único que ayudaba a su papá a preparar los panqueques. Mateo se encargaba de hacer una guerra de harina con Ciro.
—Chicos, paren, van a despertar a su mamá —los retó Leo.
—Perdón, papi —se disculpó Ciro.
Sin embargo, Mateo no dijo nada y solo guardó la harina.
—¿Ya están los panqueques, papi? —preguntó Thiago mirando la masa en la sartén.
—Uhh, si, están más que listos —apagó el fuego rápidamente —Mate, saca el dulce de leche y Thiago trae el jugo de la heladera —sus hijos hicieron lo pedido —Gracias.
Leo dejó que sus hijos le pongan el dulce de leche a los panqueques mientras él cortaba la fruta y servía el jugo de naranja en un vaso.
—¿Ya está listo? —preguntó el mayor.
—¡Si! —respondió Mateo.
Pusieron el desayuno en una bandeja y se dirigieron hacia la pieza de Leo y Carine, en la que se encontraba la rubia durmiendo.
Leo prendió la luz y contó: 1...2...3...
—¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas mamiii, que los cumplas feliz! —cantaron los hijos, despertando a Carine un poco exaltada.
Leo se acercó con la bandeja a la cama —Feliz cumpleaños, amor —dijo para darle un beso.
—¿Eso es para mi? ¡Ay, me encantan los panqueques! Muchas gracias, mis amores. ¡Vengan que les doy un abrazo! —sus hijos se tiraron a la cama con ella y la abrazaron.
—Probalos, mami —dijo Ciro.
Carine comió el primer panqueque —¡Esta riquísimo!
—¡Yo fui el que casi hizo todo! —dijo Mateo.
—Si, todo el desastre en la cocina querrás decir —completó Thiago.
La rubia se dedicó a reír. Y Leo, mientras tanto, estaba sacándoles fotos a la escena.
La rubia terminó de desayunar y se levantó de la cama. Al ver lo que era la cocina, llena de harina y dulce de leche, no tuvo más remedio que ponerse a limpiar.
