──Você me deixa louca, Lionel. Eu me derreto toda vez que você fala comigo, sorri para mim ou quando me dedica golos. Você me faz feliz só de te ver. Eu te amo.
──¿Qué me dijiste? No te entendí nada. Decimelo en español porfa'.
𝙳𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚊 �...
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16 de junio, 2018 Moscú, Rusia.
—Vamos, chicos... —dijo para si misma la rubia, que estaba mirando desde el palco como se acomodaban los jugadores en la cancha.
Era la primera vez que Carine se encontraba en un palco para ver a la selección Argentina, y se sentía raro no estar abajo con un micrófono frente a la cámara. Estaba rodeada de sus tres monitos, sus tres pimpollos; Thiago, Mateo y Ciro. Todos con la camiseta de su papá.
A veces extrañaba un poco ser reportera y se arrepentía de haber dejado el trabajo después de tantos años de estudio y dedicación, pero entiende que fue lo mejor y que para el amor hay que hacer sacrificios. Además, ahora se estaba dedicando a algo que le gustaba aún más.
Era el debut de Argentina en el grupo D, y le tocaba contra Islandia. Era el primer mundial después de lo qué pasó en 2014 y todo era muy extraño.
El partido comenzó después de los respectivos himnos.
Las primeras situaciones de peligro llegaron gracias a dos tiros libres, ejecutados por Leo. Ambos estuvieron cerca, pero no llegaron a más.
En una salida argentina, Marcos Rojo dió un mal pase a Caballero y le quedó a merced de Birkir Bjarnason, pero este no supo definir y perdió la oportunidad. Aunque a todos se les había parado el corazón al ver el horrible pase de Rojo.
Después de tanto buscar goles, finalmente se dió. A los 19' el Kun remató en el medio del área. Un gol hermoso. En el palco y en la tribuna todos festejaban.
Aunque la alegría duró pocos minutos, ya que en el minuto 23 Caballero hizo una mala salida y dejó mal parada a la defensa, para que Alfred Finnbogason aproveche su error e iguale el marcador.
Todos con los pelos de punta.
En un momento, había sido claro penal a favor de Argentina tras un desborde de Salvio que pegó en el brazo del defensor contrario, pero el árbitro decidió no cobrarlo.
Ya en el segundo tiempo, le cometieron una falta a Maxi Meza, dándoles un penal para Argentina. Leo fue. Carine se moría de nervios pero confiaba en su esposo. Lionel pega, pero el arquero la desvía.
El infernal partido termina en un débil empate 1-1. Muchos se quejaban por el mal debut de Argentina.
Carine dejó a sus hijos en el palco con Celia y bajó a ver a los chicos.
—¡Brazuca! —Kun gritó al verla, y todos se dieron vuelta en su dirección.
—¡Kuni! —los dos corrieron y se dieron un abrazo —Cuanto tiempo, amigo.
—Uff...La puta madre, hace cuanto que no te veo, eh...Ya voy a ir a Barcelona y te vas a querer pegar un tiro, jeje.
