𝚡𝚒𝚒𝚒. ¡𝙼𝚊𝚝𝚎𝚘!

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2 de julio, 2019Belo Horizonte, Brasil

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2 de julio, 2019
Belo Horizonte, Brasil.

Carine subía las escaleras con sus hijos para llegar al
palco.

Era la semifinal de la Copa América y Argentina iba a jugar contra Brasil. La rubia recibió insultos de sus amigos, familiares (menos por su mamá) y de gente en las redes sociales por hinchar para Argentina. ¿Pero qué más podía hacer?

Brasil es su país nativo y en donde se crió, pero Argentina es su casa. Y aunque sea brasileña, se siente más argentina que nunca. Además, siempre iba a hinchar por Leo, ya sea en el Barcelona o en Argentina, ella siempre iba a estar de su lado, del lado correcto.

El partido comenzó y los nervios comían vivos a todos los argentinos.

Pero tan solo habían pasado 18' cuando Dani Alves rompió por el medio, le dio un pase a Roberto Firmino y Gabriel Jesus apareció solo por el centro para poner al local 1-0.

A los hinchas se les empezaba a borrar la sonrisa de la cara, pero Carine sabía que hay que tener huevos para alentar y para jugar, y muy bien sabía que su esposo los tenía bien puestos.

A los 29 minutos, Messi tiró un centro y el Kun la quiso cabecear pero pegó en el travesaño. Parecía una maldición.

Ya en el segundo tiempo Argentina tenía una idea de juego más clara. A los 11' Leo remató pero volvió a pegar en el travesaño, y Carine sentía que su corazón iba a salir disparado.

Sin embargo, en los 25 minutos, Gabriel Jesus recorrió 50 metros con la pelota sin que lo cortaran, pisó el área y se la pasó a Firmino, que metió al 2-0 sin marcas.

Carine aún tenía fe, pero el árbitro pitó el final. Fue ahí cuando se dio cuenta de que podría tener sangre brasileña, acento brasileño y haber vivido mil años en Brasil, pero nada le hacía sentir lo mismo como con Argentina. Porque lo único que sentía en ese momento era tristeza, no felicidad por su país.

Varios minutos más tarde, bajó a los vestuarios para ver a Leo.

Sus miradas se cruzaron e instantáneamente los ojos de ambos se llenaron de lágrimas. Se abrazaron con todas sus fuerzas.

—Está bien, amor. Lo dieron todo en la cancha, yo lo
sé —dijo Carine. Leo no dijo nada, pero la rubia sentía como su camiseta se humedecía por las lágrimas de su esposo, el cual se estaba escondiendo en su pecho.

—Te juro que intenté, Cari. Intenté con todas mis fuerzas pero no pude. Perdón.

—No me pidas perdón. Se que ya se te va a dar, pero por ahora no dejes de intentar. Ya vas a conseguir tu revancha, amor —Los casados se separaron del abrazo y se dieron un beso. Después, la rubia le secó las lágrimas a Leo —.No me gusta verte llorar. Pero a veces nos hace bien.

BRAZUCA ||Lionel Messi.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant