Capítulo 44: Suicidas del amor.

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Jesus se mantuvo de pie viendo como French con las pocas fuerzas que aun tenia se arrastraba por el suelo pidiendo ayuda. Él tenía razón cuando decía: [ No vas a vivir sin mi... de igual manera.] no planeaba hacer aquello, era un hombre que no tenía nada que perder, había perdido a su padre, y con él a su familia. Asi que ambos irían al infierno.

French se giró boca arriba para mirar por última vez los ojos de Jesús, ardidos en furia, pero asi mismo de dolor por haberle traicionado de tal manera. No era amantes, no eran amigos, tampoco enemigos, eran algo más, algo que ninguno de los dos se había tomado el tiempo para decírselo de frente.

Ya no dudes más... —le dijo como pudo—termina lo que viniste hacer.

Jesús se colocó sobre sus rodillas para mirar fijamente a French mientras llevaba el cuchillo a su cuello. podía ver una sonrisa dibujarse en su rostro, aun todo embarrado de sangre, no le importaba. De momento alguien interrumpió su momento, Thiago apareció frente a él con la cara de sorpresa. Descendió su mirada a French para ignorar totalmente su presencia.

¿Dónde está Noah?

Jesús hizo un movimiento leve con su cuello indicándole la puerta de la habitación en la que Noah asustado se había encerrado. Thiago fue por él, y de inmediato Jesús volvió a su tarea, esta vez decidido a asesinarlo enserio, deslizó el filo del cuchillo por el cuello de French. En ese momento alguien lo empujó haciéndole a un lado, más personas ingresaron a aquel lugar.

Christos Bell se había arrodillado al lado del cuerpo agonizante de French. Intentaba detener la hemorragia que estaba sufriendo en esos momentos. Nunca antes había visto tal acto, un asesinato a sangre fría. Había desesperación en su mirada mientras pedía a su seguridad llamar a alguna ambulancia, mientras toda la sangre comenzaba a ensuciar no solo sus manos, pero tambien su ropa.

Christos... —¿Qué estás haciendo? —preguntó Thiago mientras lo veía.

French es la pieza clave para llevar a Edwin a la cárcel, tambien es un testigo importante en el caso contra mis hermanos...—respondió mientras Jesus seguía observando como French comenzaba a agonizar.

Entendía que su trabajo estaba finalmente completado, a lo que levantó el cuchillo para traspasarse con el mismo, pero fue misión fallida gracias a que Pascual en un forcejeo le logró quitar el cuchillo lanzándolo a un lado para luego someterlo en el sofá.

La policía ya está en camino...

Noah estaba escondido detrás de Thiago, no quería presenciar la muerte de French, pero tampoco podía apartar la mirada de la misma. Fueron los segundos más largos que pudo presenciar hasta que Christos se alejó de el sin haber logrado nada más que haber ensuciado su ropa. Su rostro estaba pálido.

Maldición... —dejó salir Christos.

Jesús comenzó a reírse, todo el mundo lo miró con cierto desconcierto mientras Christos solo sentía nauseas al ver toda su ropa sucia al igual que sus manos. Se escucharon pasos rápidos acercarse.

¡La policía! ¡Todo el mundo la mano arriba!

Esa noche, nadie pudo descansar. Nadie pudo eliminar el rostro de French en sus últimos momentos, el charco de sangre que había quedado en aquel lugar y por supuesto la risa macabra de su asesino. Todos fueron interrogados, todos dieron su versión de los hechos, asi que se emitió una orden de arresto inmediata para Edwin Moore.

CaóticoWhere stories live. Discover now