Capitulo 25: Mentiras que duelen.

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French se encontraba con una venda en la frente, la esquina de la mesa había causado una herida un poco profunda y había recibido algunos puntos. Thiago se encontraba cruzados de brazos frente a él, mientras Noah se había encerrado en el sótano de la casa sin permitir el paso de nadie a aquel lugar para sacarlo.

— ¿Dónde estabas anoche? —le preguntó a Thiago.

— Estaba en mi habitación tomando una ducha cuando ustedes llegaron. —afirmó encendiendo un cigarrillo—Salí luego de haber escuchado a los chicos pelear con alguien...

Para French nada de lo que había sucedido era claro, no estaba seguro como había recibido el golpe en la frente, si había sido culpa de su desbalance o Noah simplemente le había golpeado. Estaba demasiado ebrio como para tener los pensamientos claros.

— Entramos a la habitación, y el sr. Howell tenía su arma en mano, probablemente hayan tenido un forcejeo en el cual usted salió herido y él pudo haberle quitado el arma. Nadie más que ustedes estuvieron en el interior de esa habitación. —dijo otro de sus hombres.

— No creo que el haya sido capaz de algo asi...

— Puedo dar testimonio, de que cuando me envió a dejarlo en casa, el sr. Howell salió de allá llorando... —dijo—llegó y de inmediato se encerró en la habitación, parecía tener un ataque de ira, rompió muchas cosas...

French se cruzó de brazos.

— ¿Por qué no envía a poner cámaras en el interior de la casa? —sugirió Thiago aun cruzado de brazos con molestias—si hubiese seguido mi concejo no estaríamos aquí respondiendo todas estas preguntas, lo hubiese visto usted mismo por sus propios ojos.

French se quedó pensando. No estaba tan seguro de que solo ellos dos se encontraban en esa habitación. La mirada de desprecio que relucía en el rostro de Thiago le intentaba decir algo más, estaba casi seguro que algo mas había sucedido en esa habitación.

— Encárgate de eso. —le respondió—consigue a alguien que instale un buen equipo de cámaras de seguridad, quiero cámaras incluso hasta en los baños.

— Hey... tampoco puede violar nuestra privacidad de esa manera—dijo otros de sus hombres— estoy totalmente de acuerdo con Thiago, necesita cámaras de vigilancia, pero tampoco a ese extremo.

En ese momento su celular comenzó a sonar, respondió de inmediato al ver el nombre de quien era en pantalla.

— ¿Sí?

— ¿Cuándo ibas a comunicarte con nosotros de que estuviste viendo a mi hermano? —escuchó a Freya del otro lado.

— Si, asi fue. Me reuní con él en su oficina, necesitaba comprobar si realmente James Conde estaba trabajando para él, lo cual asi fue. Tu hermano intenta buscar desesperadamente quien está detrás de su cabeza, y a mí me favorece mejor pintarme como su amigo que como su enemigo para hacer mi trabajo.

— ¿Qué estás diciendo?

— Me propuso trabajar para él, sospecha de que ustedes están detrás de sus riquezas, y James se está encargando de reclutar hombres para darle toda la seguridad necesaria... —mintió—asi que acepté en darle cualquier información que obtuviera, sin embargo, mi intención es adentrarme mas a su casa, y asesinarle desde dentro.

— Espero que esto no sea una traición, Mettler.

— ¿Crees que entonces estaría perdiendo mi tiempo diciéndotelo? Además, me dijiste que quiere que lo mate discretamente, sino hubiese sido por esta condición hace tiempo que lo hubiésemos acribillado en su misma casa.

CaóticoWhere stories live. Discover now