capítulo 37: De nuevo eres tu.

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Las grandes manos de Christos le obligaban a mantenerse en la posición en la que estaba, y era consciente en la manera en la que su cuerpo simplemente se había rendido. Hundía su rostro en la almohada mientras intentaba detener sus propias ganas de gemir mientras sentía como su cuerpo le pedía mucho mas que solo su lengua, sin embargo, no podía evitar la sensación extraña que le causaba la mirada enojada en el rostro de Christos acompañado de la manera dominante en la que lo manipulaba en esos momentos.

Lo giró boca arriba para sin preguntar llevar su boca a al miembro erecto de Silva, quien lo sostuvo del pelo mientras se mordía los labios. Sintió los dedos de Christos introducirse en el haciéndole sentir un escalofrió que le recorrió toda la espalda, no estaba seguro si era por el alcohol, los dias que no lo había visto o era el simplemente el hecho de que Christos estuviera sometiéndole de tal manera lo que le había causado más sensibilidad y excitación con cada uno de sus toques.

Christos liberó sus piernas para alejarse, miró fijamente a Silva que de inmediato se encogió en la cama buscando las sabanas para cubrirse, su mirada y la manera en la que respiraba no podía ocultar lo mucho que lo había disfrutado.

Vete. —le dijo.

De espaldas hacia mí, Erick. —le ordenó mientras se colocaba el condón, miró el reloj—me quedan solo unas horas, vamos. Ahora.

Silva simplemente lo hizo como le había ordenado. ¿Cómo podía simplemente obedecerle de tal manera? Christos lo sujetó de la cintura para adentrarse en el completamente, causando que Silva gimiera mientras sentía todo su cuerpo temblar por aquella sorpresa.

Sus embestidas fueron cada vez mas violentas y rápidas, Silva sentía que su cabeza dabas vueltas y que de momento lo sentía tan profundo que sentía ganas de vomitar. Escondió su rostro en la almohada mientras sentía como terminaba en las sabanas de la cama, pero Christos no se detuvo y continuo con sus embestidas agresivas.

Erick sentía ganas de llorar, pero no de pena o tristeza, sino de placer. Sentía que con cada una de las embestidas que recibía perdía fuerza en sus rodillas, de momento perdía la imagen de su vista y la orientación del tiempo. Sintió como su cuerpo era elevado al aire, en el momento en que Christos lo sostenía en sus brazos con las piernas abiertas para introducirse lentamente en él. Clavó sus uñas en la fuerte espalda de Christos.

Basta...—dijo finalmente dejando salir su tono de voz dulce, que le provocaba la excitación—no lo aguantó más, es muy profundo.

Christos deslizó su lengua por el rostro de Silva apasionadamente para luego decirle al oído.

¿No crees que es egoísta que solo tu hayas terminado? —aunque deseaba ocultarlo, ese tono de voz simplemente le provocaba un cosquilleo por todo el cuerpo—ni siquiera he entrado la mitad, no actúes como si no lo supieras.

Christos lo sostuvo más fuerte para penetrarlo profundamente, Silva se sujetó mas fuerte a su espalda gimiendo desesperadamente. Christos no tenía planes de detenerse, aunque sabía que le quedaban pocas horas para marcharse, lo que mas le molestaba era que no había podido tener una conversación que realmente solucionara sus problemas, y aunque intentaba no pensar en eso, su cabeza no paraba de dar vueltas alrededor de lo mismo.

Sintió la sensación tibia del líquido de Silva contra su abdomen mientras le penetraba.

Bájame... —le escuchó decir—bájame por favor....

Rato después:

Ya no estaba seguro cuanto tiempo había pasado, y si su enojo había disminuido, pero de algo estaba seguro, Christos no había eyaculado si quiera una vez. Silva ya estaba a su límite, no podía seguir su ritmo, sentía que su cuerpo por dentro temblaba, y no sabia cuantas veces había terminado.

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