♧☆CAPITULO 27☆♧

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Lo miré y luego negué
- No tengo nada que hablar contigo. Y no me digas tu novia
Dije, intenté hacerme la fuerte, como si fuera de verdad firme y no estuviera esperando a que Lorenzo me rogara para hablar.
- Ah, ¿te enoja que te diga lo que eres? – Me respondió mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios
- Que yo sepa nada de esto era oficial
- ¿Te gustaría que fuera? Porque para mi eres la oficial y la única que estará en mi vida desde nuestro primer beso bajo la lluvia
EL sabia el efecto que sus palabras provocaron en mí; un sonrojo que me obligo a bajar la cabeza
- No te creo
- ¿No me crees? ¿Qué tengo que hacer? Te seguí a donde ibas, mate a mi propia gente, en un momento casi mato a mi hermano, estoy yendo en contra de una organización que puede matar a mi familia en un parpadeo y así dices que te miento. ¿Enserio? ¿Qué mas quieres? Por qué lo que yo sé, es que en esta y en mil vidas quiero que seas la persona con la que pase el resto de mi vida. Bueno, podríamos crear una nueva vida. Tendríamos una granja en el Campo Fint. Podríamos tener tres hijos, no me importan los géneros ni el número. Se que serias una excelente madre. Solo di que si, por favor. Te lo ruego – Me puse pálida cuando se arrodillo frente a mi – Déjame ser tuyo completamente, y dame el permiso para que tu seas mía completamente también.
Gateo hasta mi y tomo mis manos entre las suyas mientras su mirada buscaba la mía, unos segundos después conectamos y mis pensamientos estaban revueltos. ¿De verdad quería ser novia de Lorenzo? Bueno. Si, el me gustaba desde hace muchísimo mas de lo que quisiera admitir, pero. ¿Una relación en esta situación?
- Aunque ambos queramos. Seria muy peligroso en esta situación Lorenzo
Su mirada no se despego de la mía. En cambio, sus ojos volvieron a ser color esmeralda
- Bien. pero recuerda que soy tuyo desde ahora
Luego se inclino y junto nuestros labios. Cerré los ojos y empezamos a entrelazarnos de una manera dulce, el beso sabia a puro sentimiento de alivio. Sus manos abandonaron las mías y atraparon mi cadera mientras yo hacia lo mismo con su cuello. Empezando a jugar con las puntas de ese cabello en llamas mientras nuestros labios emitían puro calor con cada caricia entre nosotros. El momento era simplemente perfecto

<<Van a empezar desde cero y espero. Por favor, que no mires atrás. Porque Lorenzo tampoco lo hará y solo vas a sacrificar tu vida en vano >>

Ahmed había mentido. Lorenzo acababa de decirme como me espero. Como quería formalizar todo entre nosotros. y la verdad yo si lo deseaba, pero tenia miedo. Miedo de perderlo. ¿Qué pasaría cuando se dieran cuenta de que ya no tenia el chip? ¿Me iban a dejar tranquila o simplemente iban a matarme ya que no tenia nada de valor dentro de mí? Empecé a asustarme. Las cosas eran tan diferentes ahora de lo que fueron en un principio. Mis pesadillas del pasado no afectaban tanto ahora, mis ganas de vivir pasaron de menos cero a diez por ciento. Solo por una persona que mi mejor día fue encontrarlo después de asesinar a alguien y tuve la suerte de que el no me ah soltado aún. Y esa misma persona es a la que estoy besando ahora, los sentimientos amenazaban con salir. Quería llorar, pero tampoco estropear el beso de reencuentro. Quería atraerlo hasta que nos hiciéramos uno solo pero tampoco sabía cómo se sentía el ahora, si feliz, triste o conmocionado y nostálgico como yo ahora.
Unos minutos después nos separamos. Lorenzo me empujo para que cayera en la cama y se acostó a mi lado mientras su brazo rodeaba mi cintura y con su otra mano. Sus dedos jugaban con mi pelo dorado
- No sabes lo mucho que te extrañe Caramelito
Dijo el chico de ojos verdes y le pegue en el pecho juguetonamente
- No me digas así. Me siento mal porque no tengo algún apodo para ti
- Podrías llamarme tu futuro esposo, alguno de esos apodos de animales que se ponen las parejas o los típicos, pero si no tienen Mí Me voy a enojar
Luego jalo levemente un mechón de mi pelo y solté una risita mientras negué divertida
- Bien, mi amorcito
Los dos reímos y nos quedamos mirando fijamente. Dios, déjame estar aquí toda la vida
- Si te dijera que te escapes conmigo, no importa el lugar ni el destino al que vayamos. ¿Aceptarías?
Pregunto Lorenzo después de un rato en silencio. No pude evitar sonreír y me levanté levemente. Quedando apoyada en mi codo izquierdo mientras nuestras miradas no dejaban de conectarse con las del otro
- Quizás lo haría. Pero saber que no puedo dejar a Cassie y hacer mi vida como si nada.
Ante mi respuesta Lorenzo suspiro y rodeo los ojos
- Vamos, creo que notaste la tensión que tu hermana tiene con ese Hibsa. El la va a proteger. No como yo te protejo, claro. Pero ten eso por seguro – Dijo burlón y se inclinó hacia mi oído – Además que la ultima vez que estuve en la mansión. Del cuarto donde estaban los dos solo se escuchaban gemidos
Así que Cassie estaba en la mansión aún. Intentare contárselo a Xiomara para que la puedan rescatar. Rei en tono bajo y negué divertida. Era clásico de Cassie hacer esas cosas, antes metía a chicos cuando mama iba a su turno nocturno, y los ruidos me hacían tener que salir a dar paseos en medio de la madrugada para distraerme y no tener que escuchar esas prácticas.... peculiares
- Tienes cara de estar acostumbrada – Continuo el chico de pelo rojo mientras me dio un beso en la mejilla – Cuando acabe esto. No seras espectadora, odiaría que nuestra primera vez juntos sea asi de fea, ¿en una casa donde todos escucharían lo que provoco en ti? Paso. Prefiero que sea especial
- ¿Y cómo pensarías que va a ser? – Intervine curiosa
- En un hotel cinco estrellas. Todo blanco y con pétalos de rosas rojas y tulipanes en la cama, unas copas de vino para relajarnos y con condones sabor a cereza
- ¿No crees que si están los pétalos seria mas incomodo cuando nos acostemos en la cama? – Dije al borde de caer en una risa histérica, no me daba risa su propuesta me daba risa de la forma en la que me miraba. Como si fuera un niño de cinco años que me pide una montaña de dulces con una sonrisa maliciosa plantada en la cara
- Pero se vería muy bonito, muy romántico y cursi
Se encogió de hombros y fue la acción que me hizo estallar en risas
- Ya, no vuelvo a ser tierno – Dijo mientras me fulminaba con la mirada y un leve sonrojo teñía sus mejillas. Y me di cuenta que puede ser un idiota, un asesino, y un odioso. Pero también tenia episodios de cariño
- Pero. ¿en serio un hotel de cinco estrellas? Son supremamente caros.
Murmure, ya no reía tanto, pero sentía que me dolían los labios por tanto sonreír como pendeja delante de el
- ¿Algo de lo que dudes aparte del dinero? Porque lo tengo y déjame decirte que empezó a ser el sueño de mi vida gastarlo junto y para ti
Sonreí mientras su mano se poso en mi hombro y me jalo para que estuviera acostada de nuevo en la cama frente a Lorenzo. Luego movió su cabeza. Juntando nuestros labios en un tierno beso
- Desde que te vi en esa biblioteca ansiaba hacer esto contigo.
Susurro Lorenzo antes de morderme el labio inferior suavemente y con sus dientes tirar un poco de él. provocándome algunas risitas. El me imito y pasamos un largo rato así hasta que nos detuvimos y nos quedamos mirando fijamente, sus ojos verdes esmeralda fijos en los míos me causaban escalofríos por todo el cuerpo, amaba que me mirara. Y esperaba y deseaba que nunca dejara de hacerlo. Y esos pensamientos me daban miedo. Tenia miedo de enamorarme más de él y tirar todo por el amor, ya que este puede acabar en cualquier momento y yo seria capaz de dar todo lo que tengo para que eso no pasara. Las posibilidades de irme con Lorenzo estaban, antes no quise volver a el por miedo de que Ahmed tuviera razón. Pero Lorenzo me busco, traiciono y quizás mato por mí, así que si eso no era un acto de amor no sé qué más podría ser. Por otro lado, necesitaba sacar a Cassie de allá, pero si estaba con un chico como Lorenzo decía. Aunque estuviera protegida por él. no puedo dejarla tirada, Violeta no me lo perdonaría, aunque ya estuviera en el cielo. O donde quiera que este. Y aunque ya ella no estuviera las tres seguíamos siendo un equipo que odiaría quebrar, suspire mientras baje la mirada. Lorenzo no pregunto. Me acaricio la mejilla como si supiera que estaba pensando, era tan complicado. Quería irme con él, pero Cassie me dolería hasta el alma si Moria.
- ¿Tienes hambre? Vamos a comer algo. Te veo muy pálida, Caramelito
Dijo el mientras me ayudo a levantarme. El cuerpo aun me dolía y sentía tenso cada musculo tenso.
Al salir de la habitación se pudo ver un pasillo, paredes blancas como la nieve, con dos habitaciones más aparte de la que acababa de despertar, luego al fondo se veían unas escaleras color beige de madera que daban al piso de abajo y una ventana grande que dejaba entrar el sol. No se veía mucho por las ramas con hojas verdes hermosas. Pero se podía ver que era como un bosque amplio. No como el de Hensgrim que era todo amontonado. No, sino como en el típico que pasaban los cuentos de hadas. Lorenzo me guio hacia el piso de abajo, su mano apoyada en mi espalda baja.
Al bajar mi mirada recorrió la cocina pequeña. No había sala ni comedor, era una cocina normal. Las ventanas tenían la misma vista que la que había visto en el pasillo del segundo piso y tenia una isla en medio de la habitación, donde estaban sentados Thomas, Ahmed y Xiomara. Mi mirada cayo en la ultima mientras Lorenzo me ayudaba a sentarme al lado de Ahmed. Ya que era la única silla que no estaba ocupada, quería decirle que se sentara conmigo a Lorenzo, pero sería un poco incomodo con ellos aquí mirándonos.
- ¿Dónde esta María?
Pregunte y todos los presentes me miraron
- Salió a buscar a Bea – murmuro Xiomara mientras me pasaba un plato de porcelana con huevos revueltos y un trozo de pan.
Lo recibí y lo apoye en la mesa mientras empecé a rellenar el pan
- Yelizza, si pudieras cambiarte el nombre. ¿Cuál te podrías?
Escuche a Thomas mientras me gire a mirarlo y metí un trozo de pan en mi boca. Lo mastique mientras pensaba, Jennifer no podría. Yelizza obviamente no. ¿Sabrina? Estaría bien. Me gusta, trague el pedazo de pan y me aclare la garganta antes de hablar
- Sabrina
- ¿Sabrina? Tienes cara de Emily
Dijo Lorenzo con el ceño fruncido y sonreí. No me di cuenta que Xiomara nos miraba a los dos fijamente hasta que se levantó de la mesa y susurro algo por lo bajo antes de subir las escaleras. Lorenzo se sentó en el lugar donde había estado la morena, quedando frente mío mientras me sirvió unos trozos de tomate que había en un bol de la mesa. Baje la mirada y lo observe, no me había dado cuenta que en la mesa habían aproximadamente cinco bol. Uno con aguacate, tomate, manzana, huevo revuelto y una especie de salsa de color verde. Preferí no preguntar que era.
- No me gusta el tomate
Proteste mientras fulminaba a Lorenzo con la mirada. Este solo me dio una sonrisa ladina y sarcástica
- Te aguantas
Rodee los ojos mientras observe como Lorenzo le ponía extras a mi pan. Que insoportable, ¿no podía dejarme comer solo pan con huevo revuelto?
- No creo que lo haga, le dije que se quedara quieta y se escapó de la mansión – Intervino Thomas. Dándome a recordar la ultima vez que lo vi. Cuando me dijo que esperara, me escabullí por los pasillos y Xiomara me convenció de irme con ella
- Deberías darte un baño
Dijo Ahmed mientras me tomo de la mano y me hizo levantar de la mesa. Que mal, ni siquiera pude empezar mi sándwich lleno de cosas que me puso Lorenzo.
Subimos las escaleras y me guio hasta una de las habitaciones. Estaba cerca de donde había despertado y la abrió. Se pudo ver la misma habitación. Pero con diferentes decoraciones, esta era mas pulcra y tenia un camarote.
- Aquí duermo con Thomas, date un baño. Necesito contarte algo
Murmuro mientras me soltó de la mano y señalo una puerta que estaba al lado de las camas. Asentí y me metí dentro, el baño era pequeño. No tenia lavamanos y a dos pasos estaba la ducha. Cerré la puerta y dejé mi ropa en el inodoro.
Cuando iba a salir con mi cuerpo únicamente envuelto en una toalla que encontré colgada. Vi cómo se abrió la puerta y la mano femenina de Xiomara se asomo con una bolsa de ropa
- Tenemos que ir al pueblo. Y tenemos que vernos como colegialas
Trague grueso y murmure un sí, tome la ropa y me la puse incómodamente. Cuando abrí la puerta la morena me hizo volver a entrar al baño
- ¿Tu pelo es rubio natural?
Pregunto y asentí
- Bueno, lamento decirte esto. Pero para que no nos reconozcan voy a teñírtelo negro, tranquila. Luego de un tiempo se cae el tinte
Abrí los ojos de par en par. La miré fijamente y pude ver un toque de lastima, pero de curiosidad en sus ojos. Y no pude evitar preguntarme si quería vengarse de mi o realmente quería ayudarme. Solo pude asentir y me dejé sentar en el inodoro con mi corazón latiendo con fuerza.

EL DESASTRE QUE FUIMOSWhere stories live. Discover now