♤☆CAPITULO 11☆♤

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X:

Mis pasos eran acelerados mientras las ramas crujían con cada rama que pisaba. Mi respiración estaba acelerada y aun sentía la mirada de esa cosa clavada en mi espalda. Clavándola tan profundo que no podía evitar las lágrimas que corrían por mi mejilla. El cielo estaba empezando a oscurecerse y el bosque tan espeso no daba mucha luz. Pero a lo lejos pude reconocer una cabaña pequeña con madera desgastada. Con mis ultimas fuerzas y sin aire corrí hacia ella sintiendo que esa cosa me pisaba los talones, abrí la puerta de la cabaña y la cerré inmediatamente atrás de mi espalda. Cerré los ojos y me dejé caer sentado con la espalda apoyada en la puerta mientras recuperaba el aliento. Ya una vez mejor. Me levanté con las piernas temblando y recorrí la cabaña. Era pequeña como había supuesto afuera. A un costado había una cama ya hecha, al otro había un escritorio con una silla. Y una segunda silla en medio de la habitación con unas correas puestas sobre ella y con unas gotas de sangre. Miré debajo de la silla y pude ver que había más sangre
Voy a vomitar
Aparte la mirada rápidamente y me dirigí a la cama para descansar. Pero esta tenía un charco de sangre que se veía un poco fresca. Había partes secas, pero aun había olor a hierro. Tuve que sentarme en la orilla de la cama y miré para el techo... las ventanas altas daban poca luz. Luego mi mirada se deslizo de las ventanas a la puerta y pude ver que aún estaba cerrada. Estaba a salvo. Pero. ¿Por cuánto tiempo? Me deje caer en el charco de sangre por el cansancio. Ya no importaba lo mal que oliera. Solo quería dormir un rato y descansar. Una sensación de odio me inundo, odiaba tener que ser sometido para estos descaros de mi hermano en sus intentos de tener a una chica que hasta un niño pequeño hubiera entendido que no se podía tener dieras lo que dieras Pero aquí estoy, ¿para qué? Para que luego me pague con sus secas palabras y desapareciendo de mi vida hasta que necesite otro favor. Cuando Kitty murió.... Si esa perra no hubiera muerto yo no hubiera tenido que ocultar tantos secretos de muertes que si alguien descubría mi hermano iba a esconder la mano. El trato era que no le contara a nadie y me ayudara a enterrar a Kitty en el patio de la vecina. Quien luego murió por alguna extraña razón dos semanas después y pusieron su casa en venta. Una familia hermosa la compro. Fue su peor error, había una chica. Angela. Era un año menor que yo y uno mayor que mi hermano. Aun así recuerdo una tarde de nuestra adolescencia peleándonos porque nos gustaba a los dos. No sirvió de nada. Exclamo que era suya. Unos días después tuve que ser yo el que tendría que ocultar el cuerpo. ¿Por qué? Porque a los ojos de nuestros padres mi hermano era el único cuerdo. Sabiendo que yo siendo de su misma sangre pura de mis padres y el no. Se suponía que yo era más capaz de matar, solo eh matado a Kitty y este es el precio. Un precio muy injusto por envenenar sin querer a un animal. Uno en el que tengo que esconder la sangre de mi hermano porque aún siento dolores de pecho por esa mascota y el terror de que él pueda hacerme lo mismo me invade todos los días. Cada ruido que escucho afuera de mi casa se relaciona a él. Cuando se va la luz porque no la pago. Se va la explicación lógica y viene el temor de que mi hermano venga a callarme la boca para siempre. Él nunca fue de sentimientos. Angela sospecho que solo fue para fastidiarme ya que ni siquiera topaban mirada cuando nuestros padres invitaban a los suyos para cenas de vecinos ya que todos le tenían pesar a esa familia. Dos gemelos muertos a muy poca edad y la hija adolescente rarita. Angela no era rara. De hecho. En muy poco tiempo ella se abría a ti y contaba sus preocupaciones. Sus pesares por sus hermanos que no pudo sacar en el incendio y la culpaban a ella por celos de hermana mayor. Era un alma hermosa que mi hermano daño y mato. No pude ver su cara ni cuerpo muerto. Todos los cuerpos que mi hermano me hacía enterrar ya estaban envueltos en bolsas sin olor alguno. En ocasiones se tomaba las molestias y solo tenía que transportar carne cruda en bolsas que a las que yo les doblaba el tamaño. Me di cuenta que era ella porque él no le quito su olor. Todo el camino mis fosas nasales estaban llanas de su exquisito perfume a jazmín y canela. No pude dormir bien desde esa noche y me culpo por haberle contado ese detalle a mi hermano. Un día lo intente enfrentar. Al otro tuve que colgar a mi madre del techo con una cuerda marrón y aprender su caligrafía para dejar una nota de suicidio con la mejor canción de fondo:
Mi hermano riendo detrás de mi mientras fumaba.
En las noches si me quedaba despierto podía ver figuras envueltas en bolsas negras y Angela acostada en mi cama con la cara llena de sangre. A veces variaba ya que no había recuerdo de cómo estaba muerta. Lo único que recordaba y siempre estaba era su olor. El olor del perfume que le regale en su primer cumpleaños aquí. Antes usaba uno de vainilla y canela. No estaba mal pero no combinaba mucho con su personalidad tan brillante. Cuando estábamos cerca y hablábamos.... era como si la luz de su alma iluminara la mía. La vela de su alegría y sonrisas iluminara la misera vida que mi hermano me había hecho tener. Su pelo era castaño y sus ojos negros. Era extremadamente hermosa para mis ojos. Como un postre que venía después de las verduras repletas de sal que mama juraba que eran las más deliciosas. Como.... Simplemente ella era todo y yo nada. Mi vida empezaba tener colores pasteles. Y cuando pensé que ya todo podría mejorar. Que podría irme lejos de mi hermano para tener una vida mejor. Darle una vida mejor a Angela para que nunca más la juzgaran por lo de sus hermanos. El me arrebato a lo único que había hecho que pensara en tener una vida mejor y alejada de él.
Cuando estaba a punto de conseguir el sueño, los golpes en la ventana empezaron a sonar y sonar. Al principio con suavidad. Pero luego aumentaron e hicieron que cerrara con fuerza los ojos y empezara a fingir que mi respiración estaba tranquila como si estuviera durmiendo. Los golpes empezaron a parar, pero se me helo la sangre al sentir el vidrio de la ventana quebrarse
Esta adentro
Me encogí, poniéndome en posición fetal y abrí los ojos. Estaba tan oscuro que pensé que aun tenía los ojos cerrados. Me mordía el labio para no gritar mientras un gruñido hizo que mi sangre me abandonara y sentí mi rostro palidecerse.
Si no lo veo no me ve
Que pensamiento tan idiota... ¡Esta cosa no puede ser humana! Me deslice por la cama y me deje caer suavemente al piso. No podía ver nada, pero era mejor que quedarme esperando la muerte. Gatee hasta el escritorio y me metí debajo de este con las rodillas al pecho y me tape la boca para no soltar algún ruido muy fuerte accidentalmente y cerré los ojos al mismo tiempo que escuche otro gruñido. Esa cosa no tenía pinta de ser humana. Caminaba en cuatro patas y su cuerpo no lo pude ver muy bien. Pero su cara es del más puro negro, no tiene parpados ni ojos, tiene dos huecos donde debería ser la nariz y tiene una gran sonrisa con dientes afilados
Si salgo de esto. Voy a irme lo más lejos posible de mi hermano
Las imágenes de algún lugar de Londres me invadieron. Y eso conecto con mi hermano de nuevo ya que la chica que él quería venia de allí. Tendré que buscar otro lugar más inteligente y estratégico para que no me encuentre, porque si lo hace me mata.
Escuche pasos recorrer la habitación y los vidrios crujiendo. Mis instintos me indicaron que ya había salido, pero yo no lo hare hasta que pueda ver mejor. Por lo que intentare dormir hasta que amanezca

- Príncipe, ven un momento
Llamo mi madre con el apodo que siempre usaban desde el piso de abajo. Mis piecitos llenos de tierra corrieron desde el jardín trasero hasta la puerta. Y a partir de ahí no pude correr ni moverme. Mi ceño se frunció mientras mi mente empezaba a procesar lo que estaba pasando
no
no
no
Ya no iba a ser el favorito. ¿Por qué?
- ¿Qué es eso?
Logre sacar de mi garganta con tono roto. Pero la respuesta ya era demasiado obvia. Había un niño parado detrás de mama. Apenas le llegaba a la cadera y esa cosa estaba en la pierna de MI mama. Sus ojos expresaban la maldad tan pura. Un nudo golpeo tan fuerte mi garganta que lagrimas silenciosas empezaron a correr por mis mejillas. Supe indirectamente que ese día mi vida se fue al caño, pero no pude hacer nada. Ni siquiera odiar a mis padres por adoptar a un chico que tenía conducta psicópata y bipolar
- Él es tu nuevo hermano - animo mi mama - asi no te quedas solo cuando tengamos que ir a trabajar papi y mami. Cariño. Saluda a tu nuevo hermano

Me ahogué con mi propia saliva y desperté. Ya toda la habitación estaba inundada en luz que se reflejaba en los cristales rotos. Gruñí y me levanté aun mareado. Pise con cuidado hasta llegar a la puerta ya que, aunque tuviera zapatos los vidrios se podrían clavar. Y Sali de la cabaña. Era más seguro estar afuera. Donde tenía espacio para correr y alejar a esa cosa. Que estar adentro y con la ventana rota
En resumen. De todas formas moriría
Empecé a caminar mientras el aire fresco se encargaba de relajar un poco mis músculos. No demasiado ya que aun tenía que estar en guardia por si tenía que echar a correr. Pero si para no estar gritando cada vez que alguna rama crujiera. Caminé un rato más sumergido en mis pensamientos hasta que encontré otra cabaña. Esta estaba abierta. Me causó curiosidad y entre de inmediato. Era igual que la otra cabaña solo que esta la silla del centro de la habitación estaba corrida a un lado de la cama. Fruncí el ceño y me acerqué a aquello que sobresalía de abajo del escritorio....

EL DESASTRE QUE FUIMOSWhere stories live. Discover now