♤☆CAPITULO 15☆♤

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Sabía que si no me separaba de él iba a ser un error, un peligroso error para mi vida y las posibilidades de encontrar a Cassie. pero no me separe. No hasta que Lorenzo lo hizo, me agarro de la barbilla para levantar mi cabeza y verme mientras que pude notar que hace un rato que tenía su otro brazo rodeando mi cintura. Pegándome más a él. Cuando levante la cabeza sus dedos abandonaron mi barbilla y recorrieron mis mejillas. La lluvia no me dejaba ver muy bien, pero podía notar su mandíbula tensa y su pelo liso por la lluvia debajo de esa capucha. Mi mirada recorrió su cara hasta llegar a sus ojos. Las extrañas manchitas marrones que había visto en sus ojos verdes desaparecieron y solo se podían ver unas esmeraldas brillar mientras me miraban.... A mí. entonces sentí un escalofrió que no creo que lo haya ocasionado el frio cuando sentí su mirada en mis labios. Quise apartarme. Pero mi cuerpo no me dejaba. Instintivamente pase mi lengua por mis labios. Humedeciéndolos y saboreando el agua de lluvia. Sentí su agarre en mi cintura apretarme mientras sus labios se tensaban y se podía ver como se formaban en una fina línea. Mi respiración se agito cuando su pulgar rozo mi labio inferior sentí un poco de cosquilla ya que su dedo era áspero y mi labio suave. No pude evitar bajar la mirada y contemplar sus labios. Lo único que quería hacer era probarlos. Probar a que sabían. Sentí como un color pintaba mis mejillas y estas se calentaban. Sintiendo más fría el agua de la lluvia.

Mierda. Esto está mal. Carlos....

Carlos puede joder a otra en este momento. Logre sacarlo de mis pensamientos sin ningún tipo de remordimiento mientras sentía mi corazón a mil. La lluvia, el escenario donde estábamos, Cassie, todo dejo de tener importancia. Lo único que tenía sentido en mis pensamientos era como me estaba quedando sin saliva de tan solo pensar en lo cerca que estaban nuestros labios. Sus ojos se conectaron con los míos y sentí como mis piernas perdían la fuerza. Sentía que iba a caer. Caer en el misterioso hechizo de Lorenzo Dellacourt. Podía ver hambre en sus ojos. Me podría perder y lo haría con gusto dentro de esas esferas de color esmeralda que empezaban a brillar de lo verde que estaban. Quizás el empezaba a sentir lo mismo que yo. Quizás...
Mis pensamientos se fueron rápido y quede en blanco cuando se inclinó y nuestros alientos chocaron. Mis labios empezaron a secarse al igual que mi boca mientras podía ver que se ponía aún más tensa la mandíbula de él.

Oh.... Siento que me voy a derretir

Quería ser la primera en acercarme, pero no podía. Mi cuerpo temblaba y estaba quieto. Me sentía como una presa cuando me veía reflejada en los ojos de Lorenzo. Empecé a desesperarme mientras su labio inferior rozo el mío.

Lo necesito.... Lo necesito ahora

Pude ver que hacia un deman de acercarse más a mí. Cerré los ojos y nuestros labios se presionaron. Desde ese momento supe que nada iba a ser igual. Mi cuerpo se tensó mientras pose mis manos en sus hombros tímidamente. Sus labios sellaron los míos y empezó a moverlos lentamente. Quería chillar de lo nerviosa que estaba. No podía controlar mi respiración. Cerré los ojos con más fuerza y empecé a intentar seguirle el ritmo. Al principio fue calmado. Pero después.

Oh dios... me va a tragar entera

Sus labios danzaban encima de los míos. Yo intentaba seguirle el ritmo, pero era claro quien tenía el control. La lluvia. El frio. Nada de eso parecía importar ni existir en ese momento. Me sentía tan acalorada que dudaba que no me derritiera en algún momento. Empezó a chupar y morder levemente mi labio inferior. Mandando cosquillitas por todo mi cuerpo. Empezando a agotar el autocontrol que intentaba tener en este momento. Solté un pequeño ruidito de placer cuando su lengua acaricio mi labio inferior. Justo arriba de la mordida reciente. No sabía si estaba preparada para un beso así, pero por el... estaba preparada para todo, una nueva sensación me recorrió. Una que nunca había sentido con Carlos. Sentí un revuelco en mi estómago. Sentí una deliciosa punzada y me asuste tanto que me separe. Sentía mis labios palpitar mientras abrí los ojos. Pude ver que Lorenzo me miraba con las cejas arrugadas y los ojos abiertos al igual que los labios. Generando una mueca de confusión. ¿Cómo se lo puedo explicar? Abrí los labios, pero el frio me inundo cuando su brazo se retiró de mi cintura y guardo sus manos en sus bolsillos. Se aclaro la garganta mientras bajaba la cabeza y retrocedía
- Yo.... Lo siento tanto... no fue mi intención ponerte incomoda – dijo mientras empezaba a retomar el camino hacia la mansión – vamos a casa. no tienes por qué estar afuera y menos con esta tormenta
Después de sus palabras pude notar rayos iluminar el cielo que empezaba a ponerse de un color oscuro. Seguí a Lorenzo sin saber muy bien que decirle. Su tono era suave y dulce que me generaba tremenda confusión y curiosidad ya que muy pocas veces me había hablado así el. Entenderlo era como intentar armar un rompecabezas de Einstein sin tener ningún conocimiento.
- No me pusiste incomoda
Susurre en voz baja, pero en un tono que fuera claro para que él lo escuchara. El solo se inmuto a mirarme de reojo por encima del hombro y seguir caminando. Me entraron unas ganas gigantes de llorar

EL DESASTRE QUE FUIMOSWhere stories live. Discover now