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Abrí la puerta de mi habitación mientras terminaba de arreglar mi polera y llevé mi mano a mi boca para ocultar un bostezo.

Al colocar un pie en el pasillo, no pude evitar llevar mi mirada hacia una de las puertas de enfrente. Mi corazón saltó en su lugar cuando ésta se abrió sin aviso y el dueño de la habitación se dejó ver, posando sus ojos en los míos.

Aclaré mi garganta e intenté sonreír.

— Hola, Daryl.— hablé con cuidado, sin apartar mi mirada de la suya.

— Ey.— respondió con vaguedad y me saludó con un pequeño asentimiento de cabeza.

— ¿Cómo...—

— Lo siento, tengo que...ah, irme.— no pude terminar mi pregunta, dado que oí la puerta volver a cerrarse con él dentro.

Me quedé quieta un par de segundos y luego cerré mis ojos, pasando una mano por mi cabello y suspirando por lo bajo.

¿Cuánto tiempo más iba a seguir así?

Dediqué una última mirada en su dirección y me dirigí a las escaleras, bajando al primer piso con lentitud. Todavía había silencio total en la comunidad y los caminantes aun nos rodeaban por completo, así que no había mucho que hacer en la comunidad.

— Buenos días.— hablé al dejar el último escalón.

— Hey.— Rick sonrió al verme.— ¿Cómo te sientes hoy? — caminé cerca de él para llegar a la cocina.

— Mejor que ayer. — murmuré sentándome en la isla.

Mi mente seguía dando vueltas el asunto con Daryl, pero mi estómago rugió suavemente y me devolvió a la realidad.

— Ten, acabo de hacerlo.— Rick dejó una taza de té frente a mí.

— Gracias. — sonreí de labios sellados y bebí un poco, antes de tomar una fruta de la encimera y llevarla a mis labios.— ¿Estás bien? — pregunté al verlo un poco pensativo.

— Sí.— respondió pasando una mano por su barbilla.— Es solo que...— pausó un momento.— Ron me pidió que le enseñara a usar un arma.

— ¿Ron? — fruncí mi ceño levemente.— ¿El hijo de Pete? — añadí.

—  El hijo de Jessie Anderson.— me corrigió y lo observé.

— ¿Por qué quiere que le enseñes a usar un arma? —  volví a preguntar.—  El chico odia a tu hijo.

— Dijo que quería proteger a su madre y a su hermano.— me miró, apoyándose en el mesón.— Además, Jessie es una buena amiga mía.— murmuró la última frase y mi mente lo conectó todo.

— Si quieres gustarle a Jessie hay otras maneras de conseguirlo. — murmuré con diversión. — Aunque no creo que debas esforzarte tanto por algo que ya tienes.

— Amy.— me advirtió.

— ¿Y lo harás? — cuestioné haciéndome la tonta, mientras volvía a morder la fruta y esperaba por su respuesta.

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𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Where stories live. Discover now