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Bajé los peldaños con lentitud.

— "Es el esposo de Raven." — Dijo Carol. 

Lo miré fijamente, sintiendo como mi corazón se quebraba.

— "Soy Amelie." — solté, sin tocar su mano, que estaba estirada. — "Raven nos habló mucho de ti." — intenté sonreír. 

Me miró fijamente y luego a los anillos, por lo que llevé mi mano a ellos y los apreté, impidiendo que los viera.

No tenía el derecho a hacerlo.

— "Si me disculpan, yo...ah, tengo cosas por hacer. " — le sonreí a Raven. — "Pasen buena noche." 

Carol me dio una mirada, casi preguntándome con sus ojos qué me pasaba, pero solo pasé de ella, yendo hacia la escalera.

Mi pie tropezó, alejándome de mi mente, por lo que tuve que agarrarme del barandal para no resbalar.

Niña, cuidado, vas a caerte.— levanté la mirada para ver a Abraham parado al lado de la puerta principal. — Aunque tendría una excusa para reírme de ti si eso pasara.— soltó con algo de gracia.

— Fue un buen chiste.— traté de sonreírle.

Su sonrisa se borró al instante, cambiando su expresión a una seria.

— Oye, ¿estás bien? — frunció el ceño.— ¿No vas a gritarme o algo?

— Deja a Amy tranquila, Abe. —  Rosita apareció desde la cocina.— Lo siento, nena, no lo escuches.— no contesté, mas solo asentí.

— Tengan un buen día.— solté con poco ánimo.

Entré en la cocina, sentándome en la isla.

— Hola, Amelie. — saludó Carol y yo solo le hice una seña, sin ganas. Me ofreció una taza de café y la acepté.

Observé la canasta con frutas en la isla de la cocina, con su tarjeta y su moño. Mordí mi labio inferior con fuerza, mirándola con atención.

Dejé la taza sobre el mesón y me apoyé en él, sin quitar mis ojos de la maldita tarjeta.

Oh, hola.— Carl entró en la cocina y me distrajo. — Creí que ya te habías ido.

— No se irá hasta que haya desayunado.— observé a Carol, quien preparaba panqueques y me dedicó una mirada.

Movió sus labios y contraje un poco mi ceño, tratando de entender.

"Tenemos que hablar"

Bajé la cabeza y suspiré. No quería hacerlo.

— Aquí tienes.— Carol colocó un plato frente a Carl.

Mi mirada nuevamente cayó en la tarjeta. La tomé con lentitud y la abrí.

"Bienvenidos a Alexandria.

Nos alegra ser sus nuevos vecinos, esperamos que la canasta sea un buen regalo.

Atentamente, Raven y Duncan Wilson."

Apreté mi mandíbula y pasé una mano por mi cabello, cerrando mis ojos, intentando no llorar.

Muy bien, voy a casa de Ron.— escuché a Carl.— Nos vemos luego.

— Adiós. — murmuré.

— Se te van a enfriar.— Carol empujó el plato de panqueques hacia mí.

— No tengo hambre. — dije sin mirarla. — Gracias.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora