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NOTA: para las personitas que leyeron el capítulo la semana pasada: arreglé el final, porque me di cuenta de que Amy había sido muy directa con lo que dijo y no había tanta confianza, en fin, solo cambió eso. Y para lxs que lo leen por primera vez, disfruten la lectura <3 espero que les guste.


Fruncí el ceño, mirando mi reflejo en el espejo, observando con detalle mi vestimenta.

Me veía...normal.

Vestir de esta manera me traía recuerdos que intentaba ocultar dentro de mi cabeza.

¿Amy? — salí del trance al ver a Rosita entrar en la habitación. — Hola.— se sorprendió al verme.— Nena, te ves bien.

— No lo sé. — negué.

— ¿Estás bien?

Me observé unos segundos más.

— Sí, aunque me veo ridícula.— sonreí. —No usaba uno desde el inicio.

Salí del cuarto y bajé las escaleras, con la mujer a mi lado.

— Muchos recuerdos, ¿eh?

— No sabes cuántos. — respondí casi en voz baja.— Bien.— miré el reloj de la casa y tomé una fruta. — Te veo luego, linda.

— Suerte.— le di una última sonrisa antes de salir de la casa.

Nuestro tercer día en Alexandria había comenzado. Todos se habían largado para dedicarse a sus tareas. Y por mi parte, iba tarde a la enfermería.

Habíamos estado durmiendo todos juntos las últimas dos noches. Las cosas parecían ir bien, pero no nos confiabamos de la gente aún.

Le di una mascada a la manzana y me encaminé hacia mi lugar de trabajo.

Me detuve al ver al grupo que había salido a explorar el terreno. Levanté una mano para saludar a Tara, Noah y Glenn, pero ninguno me vio, porque algo estaba sucediendo. Algo que no debía pasar.

Caminé hacia ellos con cuidado, tratando de escuchar.

— ¿Qué pasó? — pregunté.

— Casi matan a Tara.— contestó Noah.

— ¿Qué? — me sorprendí.

— Fue un accidente. — Tara le restó importancia.

— ¿Un accidente? — elevé mis cejas.— Nadie casi mata a nadie por accidente.

Volví mis ojos a la discusión.

— Ahí afuera obedecerán mis órdenes. — el hijo mayor de Deanna se acercó peligrosamente a Glenn. Aún no lo conocía formalmente, pero sí lo había visto por la comunidad.

— Acabaremos como tu último grupo.— se defendió el coreano.

— Repite lo que dijiste.— lo retó.

— Oigan, basta.— Noah trató de mediar.

— Aiden, déjalo. — el hombre que nos abrió la puerta cuando llegamos estaba con él.

— Ven aquí, chico duro.— empujó el pecho de Glenn.

— Oye, chico, no te conviene hacer eso.— llamé la atención del hijo de Deanna, tomándolo por el brazo. — Retrocede.

— No impresionas a nadie.— Glenn volvió a ser empujado.

— Repite lo que dijiste antes. — volvió a decir.— Te golpearé tan fuerte que no podrás con el dolor.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt