Complaciendo a Papá. EN EDICIÓN.

[15]

Cuando entré a la oficina del director lo primero que ví fue una silla acolchonada negra de madera y al mismo director mirándome con desconfianza.

—Tome asiento señorita Columbus. —indicó y se acomodó en su propia silla.— Tenía tiempo sin verla aquí.

Hice caso y me senté en la cómoda silla de madera.

Me puse a pensar en lo que me había dicho Katherine, mi amiga, no Katherin, la chica de recepción. Si me había mandado a llamar por lo de los casilleros pintados, estaba en graves problemas.

Pero si no lo había hecho por eso, no se me ocurría otra cosa, pues mis calificaciones eran ejemplares y había logrado exentar todas las materias. También estaba entre los primeros tres lugares en mis extras y contaba con una buena posición en el cuadro de honor.

Así que... probablemente si fuera lo de la pintura morada.

—¿Usted conoce el plan de ayuda para asignaturas?

(...)

Salí de ahí con una sonrisa falsa. Cerrando la puerta tras de mí y borrando todo indicio de felicidad de mi rostro.

Resultó que el director sabía que yo no era la clase de alumna que pinta los vestuarios pero también estaba consciente de que yo era buena en algunas materias.

Y ahora yo daría asesorías.

A Collin.

—Hola. —una voz ronca me hizo voltear y me encontré con el mismísimo Will Hudson enfrente de mí. El enojo llegó a mi persona por arte de magia.

—¿Qué quieres? —respondí lo más seca que pude. Él me miró frustrado.

—Solo quería saber porque acabas de salir de dirección, es todo. —se encogió de hombros y retrocedió un paso.

—No es de tu incumbencia. —exclamé, dirigiendo mi mano a mi cabello haciendo que este quedara hacia atrás.

Hizo una mueca y yo rodé los ojos.

—¿Podrías no ser tan grosera? —preguntó en forma pasiva.

—¿Podrías apartarte y dejar de molestarme? —escupí. Él me miró y abrió la boca para decir algo, pero una mano demasiado tratada y con uñas exageradamente largas se posó en su hombro.

—¡Willy! —Bethany estaba a lado de el, mirándome con odio.— Te he estado buscando. —dijo mientras acercaba su cara a la de él, me miró- Cariño.

Apreté los puños.

Parpadeé un par de veces y sonreí falsamente a Bethany. Estaba parada frente a mí, con la mano en el hombro de Will mientras me miraba con odio.

—Yo pensé que ese apodo solo lo usabas para algo más pequeño. —al decir eso, Will se sonrojó y apartó a Bethany de su lado.

Volví a sonreír y me alejé de ahí, consciente de la mirada del chico a mi persona.

(...)

Salí del auto de Deniel y me despedí de él con la mano, él sonrió y observe como se perdía en la carretera.

Entré a la casa rápidamente y me metí a mi cuarto sin saludar a alguien. Recordé lo que pasó con Will y fruncí el ceño, él me había dejado de hablar porque fuí grosera con su ahora, creo, novia. Pero en ese caso yo tenía un punto para no hablarle también, no me había confiado que gustaba de Bethany y eso me enfurecía, se supone que éramos mejores amigos. Sentí como los celos se apoderaban de mí y los dejé a un lado.

Estaba actuando como una chiquilla inmadura.

Aventé mis cosas a la cama y gemí de dolor cuando sentí una punzada en mi vientre.