capítulo 28

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T/N

Doy un mordisco a mi tostada, sosteniéndola entre mis dedos mientras sostengo el libro abierto en la mesa. Sus ojos me queman las mejillas, pero evito sus miradas mientras copio notas del texto en mi cuaderno.

Doy otro mordisco.

—¿Estás bien?— nam pregunta.

Doy la vuelta al cuaderno, continuando la frase que estoy escribiendo. —Estoy bien.—

El viento aúlla afuera, y la nieve se levanta y golpea las ventanas. Los animales han sido atendidos, pero hoy no haremos mucho más afuera. Está bajo cero.

No es que haya ayudado mucho últimamente, y no me importa lo que nam tenga que decir al respecto. Lo reto a que busque pelea.

—Estás bien—, repite jimin. —Has dicho eso todos los días durante la última semana. Y aun así, apenas nos hablas.—

La culpa me pincha, y olvido lo que estoy escribiendo. Lleva un momento recordar la palabra que estaba anotando y continuar.

Jimin no merece mi tratamiento de silencio. Tampoco nam, en realidad.

Simplemente duele. No sé qué es lo que duele exactamente o por qué duele, pero estoy enfadada, y no puedo fingir que no lo estoy. Nam siguió a jungkook esa noche, y yo fui directamente a la ducha que todavía estaba abierta, sentada allí durante media hora antes de que mis escalofríos y mis lágrimas desaparecieran.

Cuando volvió, sin embargo, volvió solo, y no he llorado desde entonces. No hemos visto a jungkook.

—Siento que le haya hecho eso a tu pieza—, me dice nam, sosteniendo su taza de café.

Pero me encojo de hombros. —No importa. No es como si me lo hubiera llevado en abril de todos modos.—

—¿Abril?— jimin deja escapar de repente, y le oigo moverse en su silla. —La universidad no empieza hasta agosto.—

—Pronto terminaré mi trabajo de curso—, les digo, sin mirar hacia arriba. —Tan pronto como los caminos estén despejados, me iré a casa.—

Tengo dieciocho años, soy financieramente independiente, y no pertenezco a este lugar. ¿Por qué me quedaría?

Siento a nam inclinarse, tenso. —Esta es tu casa.—

Me arden los ojos, y flexiono la mandíbula para evitar que mis emociones revelen que me gusta oír eso.

—Te amamos —, añade.

Pero me río. —¿Entonces, qué te parece?— Pregunto, todavía escribiendo. —Me acostaría todas las noches por el resto de mi vida, como si no estuviéramos todos completamente locos... Nunca me iba a quedar.—

¿Qué esperaba yo que pasara? ¿Qué me casara con uno de ellos? ¿Vivir en medio de la nada y tener todos sus bebés? O tal vez volveríamos a ser una familia. ¿Tío, primos, sobrina? ¿Traería a mi marido aquí algún día para conocerlos, el pobre nunca sabrá que me he tirado a todos en esta casa?

¿Cómo pensaba nam que iba a terminar esto?

—Nos habríamos hecho a un lado—, dice. —jungkook está enamorado de ti.—

—jungkook...— Exhalo una risa. —Es un animal. Me sorprendería que recordara el color de mis ojos ahora mismo. Como cualquier chica, sólo importo tanto como su siguiente pedazo de culo. Para eso soy buena para él.—

Termino de escribir mi frase.

—No tenía razón.— nam me observa mientras jimin se sienta tranquilamente frente a mí. —Y se comunica perdiendo los estribos. Estaba equivocado, sí, pero estaba herido. La única mujer a la que ha amado se olvidó de él. Casi lo mata.—

El secreto en la cabaña by BTS   🔴+18Where stories live. Discover now