𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟔 (𝐓𝟐)

293 35 9
                                    

CAPÍTULO 26
"MI VIDA POR LA DE USTEDES"

♣️♣️♣️

—Tomen.

Stefan entregó un vaso con un remedio casero que Bonnie hizo especialmente para Damon y Emma, luego de la fiesta de la noche anterior, la cantidad que los dos vampiros tomaron de bourbon fue suficiente para dejarlos con algo de jaqueca al día siguiente.

—¿Cuánto bebieron para quedar así? —se burló Elena sentada frente a los dos amigos observándolos.

Ambos recibieron la bebida y la tomaron de inmediato.

—Debió ser lo suficiente —aseguró Stefan tomando asiento— Damon, ¿por qué la dejaste embriagarse así?

—¡Oye! ¿Por qué crees que fui yo la mala influencia y no ella? —todos observaron al pelinegro que con su silencio obtuvo una respuesta— De acuerdo... fui yo, pero era necesario, hermano. Con todo esto y la pelea que viene, quería distraerla un poco.

—Y lo lograste, aunque para la próxima, sin bourbon —sonrió la rubia con sus ojos cerrados, recostada junto a él en el sillón.

—Bien, iré a la tienda —mencionó la castaña levándose del sillón tomando dos almohadas pequeñas de allí—, y cuando regrese quiero verlos como personas decentes —dijo para arrojarlos hacia la pareja de amigos. Stefan se limitó a reír mientras Emma y Damon recibieron el impacto de algodón—. Los quiero. Adiós, Stef.

—Adiós —sonrió el castaño en pie antes de que la chica dejara la casa—. Ya la escucharon, revivan.

—Imposible —aseguraron al tiempo para usar las almohadas como bloqueo contra los rayos del sol que entraban por la ventana.

♣️♣️♣️

En la noche, Emma se encontraba sola frente a la chimenea de la casa. Damon y Elena había salido a dar un paseo.

La rubia estaba perdida en las llamas y el calor frente a ella sosteniendo una taza cuando Stefan llegó, él había ido a casa de Bonnie y Enzo hace un par de horas.

—Hola... —saludó la mujer al darse vuelta.

—Hola —saludó el castaño con una pequeña sonrisa avanzando hacia donde estaba— ¿Sola?

—Sí. Damon y Elena querían salir un rato —explicó— ¿Cómo te fue?

—Bien, Bonnie no estaba pero charlé un poco con Enzo. ¿Tú cómo estás?

Emma pasó saliva tras la pregunta.

—¿Qué pasa? —indagó.

—Nada, es solo que... —Emma observó a Stefan que esperaba con calma por sus palabras, suspirando continuó— creo que soy una tonta.

El ceño fruncido del vampiro esperaba.

—Soy una tonta idiota, aun tengo esperanzas de que mi madre cambie y me deje ayudarla. Soy una ingenua, ¿cierto? ¡No! —dijo interrumpiendo cuando el hombre iba a hablar— Soy egoista, quiero recuperar a mi madre aun asi eso ponga en riesgo a otros. Sigo creyendo en ella, oh qué tonta.

—Oye, no digas eso —dijo Stefan acercándose al asiento frente a ella.

—Lo digo, porque así es. Soy una pésima persona —dijo para volver a verlo tras levantar su cabeza—. Soy una persona horrible.

—Ok, alguien tiene que decirlo —habló—. Entonces, aquí va, ¿lista? —la rubia asintió tomando aire para escuchar a su amigo— Emma... —sus ojos fijaron los de ella para hablar con un tono aparentemente serio— eres una persona horrible, ¿ok? Tú eres... tú eres desconsiderada, eres superficial, no eres para nada fiable —continuó dejando ver que bromeaba el vampiro para hacer reír a Emma mientras intervenía.

𝐋𝐀 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐅𝐔𝐍𝐃𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora