𝐋𝐀 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐅𝐔𝐍𝐃𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟒

CAPÍTULO 14
"SOMOS PARECIDAS, PEQUEÑA"

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El baile estaba iniciando su final, aunque aún algunas canciones y palabras de agradecimiento de Caroline faltaban por tomar lugar. Mientras tanto, los Mikaelson hablaban entre ellos, con Emma y con los Salvatore.

Damon, Elena y Emma reían mientras Stefan los asesinaba con la mirada cada que una mujer se acercaba.

—Esa puede ser, hermanito.

—Vamos, Stef.

—Tú puedes Salvatore.

Esas y más cosas eran las cuales el trío de vampiros le decían al menor de los hermanos. Stefan rodó sus ojos por los comentarios para luego ir por una bebida, no sin chocar con una mujer.

—Lo siento —se disculpó el castaño para fijar su mirada en la mujer frente a él.

—Oh, no pasa nada —replicó la mujer que colocó una sonrisa en sus labios.

Stefan tardó unos segundos para detallarla, su cabello castaño y ligero, su piel que lucía suave y sus ojos marrones.

—Soy Valerie.

El nombre tomó por sorpresa un poco al vampiro, recordándole a su primer amor.

—¿Y tú eres...?

Stefan sacudió su cabeza para sonreír luego y responder.

—Stefan. Stefan Salvatore.

—¿Cómo en el aviso de la entrada? —preguntó la mujer con curiosidad.

Stefan asintió sonriendo, para tomar una copa y ofrecérsela.

—Así es.

Damon, Elena y Emma que veían a lo lejos, finalmente sonrieron al ver la escena.

—Por fin mi hermanito tendrá una cita o por lo menos hablará con una mujer que no sea de su circulo de amigos.

—Brindemos por Stef —propuso Elena y las copas de cada uno se unieron chocando.

—Buscaré a Caroline —dijo Emma antes de alejarse de la pareja, dejándolos para buscar a la directora.

—¡Emma! —la voz que había llegado a los oídos de la rubia era familiar para ella.

—Rebekah —la mujer se dio vuelta encontrando a la original, que sonrió avanzando en un hermoso vestido verde esmeralda.

—Nos vamos, ya nos despedimos de Caroline. Mis hermanos estarán pronto por ahí buscándote —comentó con una sonrisa divertida— por cierto —se acercó aún más a la mujer— te veías muy bien bailando con Elijah.

La mirada en la rubia que daba hacia su amiga era bastante clara, le agradaba la idea de verlos juntos, además de que conocía los sentimientos de su hermano por Emma desde hace muchos años.

—Oh, si. Recuerdo cuando solíamos bailar en las fiestas cuando eran caballeros —sonrió la mujer.

Sin embargo, Rebekah conocía a su amiga y sabía que al igual que Elijah cambiaba de tema para desviar la atención de sus sentimientos por el otro.