𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟏

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CAPÍTULO 11
"HACIENDO LAS PACES"

♣️♣️♣️

Caroline y Emma llegaron con los demás cuando entraron en un salón vacío que tenía algunas decoraciones cerca apiladas en un rincón.

—Regresamos —anunció la directora al caminar.

—Bien, hora de hablar Care, ¿para qué somos buenos? —habló Damon.

La mujer sonrió mientras Emma se acercaba a Elena, quién estaba con los dos hermanos.

—Haremos un baile —inició Caroline— será en honor a los nuevos estudiantes que han llegado, son demasiados y cada uno es especial —la rubia sonrió para observar a su doppelgänger— y también quisiera hacerlo en honor a ti, Emma.

La mujer quedó sorprendida tras las palabras de Caroline. No lo esperaba.

—En honor... ¿a mí? —preguntó incrédula Emma.

Caroline asintió efusiva.

—No todos los días conoces a tu doppelgänger y sobretodo una que sea tan especial como tú —la sonrisa conmovida de Emma apareció— así que quiero celebrar tu llegada a mi vida, y todas las nuestras.

Emma observó a los demás.

Elena sonrió de inmediato para hablar.

—Estoy más que de acuerdo —luego se giró a Caroline— cuenta conmigo.

El chillido de Caroline lleno la habitación.

—La rubia merece un gran recibimiento en Mystic Falls —habló Damon— apoyo la idea.

Su sonrisa encontró a su nueva amiga.

—¡Perfecto! —agregó la directora.

—Creo que podría ser buena idea...

La voz de Stefan fue una sorpresa para todos. Ninguno esperaba que comentara de manera positiva de celebrar algo relacionado con Emma.

—Caroline... —su boca nombraba a su amiga pero su mirada estaba en la fundadora— cuenta conmigo.

Una sensación extraña invadió a Emma. El hombre que había profesado un inmenso odio por ella estaba ¿cambiando de idea?

El intento de sonrisa ladeada en Stefan apareció para la rubia. Emma, plasmada por aquel hecho, imitó su gesto y en silencio aceptó las palabras del menor de los Salvatore.

—¡Asombroso! Ya que todos están de acuerdo, podemos empezar.

Así, la mujer empezó a desempacar las decoraciones guardadas en aquellas cajas. Elena rió junto a Damon antes de ir a ayudarla.

Emma y Stefan a unos metros guardaban silencio.

—Emma...

El nombre de la rubia en boca de Stefan tenía esta vez un tono distinto, no era el desagradable odio usual.

No.

𝐋𝐀 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐀 𝐅𝐔𝐍𝐃𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀Where stories live. Discover now