27. Desinterés forzado

Mulai dari awal
                                    

Matt, el alumno sobresaliente y perfecto se ha marchado. El jugador de fútbol, el que perseguía su sueño de ir a una gran universidad, se ha marchitado. Estará entre caladas a cigarros demasiado largas y borracheras que acaban de rodillas en algún váter desconocido.

Matthew Hemmings ahora es un completo idiota. Un mujeriego sin sentimientos, pasota y con la mirada más indiferente que he visto en mi corta vida. Todo le da completamente igual. Vive por y para destruirse y no quiere, bajo ningún concepto, ser salvado. Solo pretende acabar cada noche en la cama de alguna chica desconocida después de una noche de pasión desenfrenada.

Ojos rojos y sabor a colonia es lo único que conoce el ángel, que tentado por los pecados, se ha transformado en un demonio.

Está dispuesto a echar su vida a perder, y le da igual quién caiga con él en el intento.

—Friki —la voz de Paul me retorna a la realidad.

Me encojo sobre mí misma, aún no me siento del todo cómoda con aquel chico.

Me limito a posar mis ojos grises en él, que con una mano se coloca el séptum que tiene torcido.

—Me preguntaba si me puedo sentar aquí. —Me mira de forma recelosa y suelto un pequeño gruñido en señal de aprobación.

Saca un libro de su mochila y lo empieza a leer en silencio.

—¿Qué me ibas a contar de Matthew? —Gira la cabeza hacía mi, sonriente y levanta una ceja.

—Te lo cuento si me dejas invitarte a un helado.

Me lo pienso detenidamente mientras lo observo. Es un chico bastante curioso. Alto, de piel demasiado pálida y unos ojos verde azulado que recuerdan al de una esmeralda. Tiene una melena negra azula, larga y despeinada con varios mechones parados hacía arriba con gomina y unas cejas oscuras junto a una nariz pequeña. Unos labios finos de un color rosa intenso envidiable adornan su boca siempre sonriente. Tiene las orejas adornadas con pendientes y siempre viste de negro. Pantalones no muy anchos y algo apretados con muchos bolsillos y cadenas junto a sus Converse, al igual que el rubio. Suele llevar camisetas de bandas de rock con algún que otro roto.

Después de dos meses he llegado a la conclusión de que no es una amenaza, como me había hecho creer Matt. Paul solo es un incomprendido. Alguien demasiado adelantado a la era en la que vivimos. Acepto la invitación de buena gana. Y aunque sé que es inofensivo, algo en él no me termina de cuadrar, algo que revuelve una pequeña parte dentro de mí.

Matt, me duele, perdóname. No puedo salvarte. Pero quizá, si averiguo sobre ti... Pueda entender el por qué.

La tarde de helado con Paul resulta, contra todo pronóstico, bastante agradable

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.


La tarde de helado con Paul resulta, contra todo pronóstico, bastante
agradable. La única objeción posible era el hecho de que me ha traído al mismo sitio que Matthew. De todos modos el lugar me es familiar, de mi infancia, cosa que le da un toque sentimental y acogedor.

Apuesta ¿conseguida? (1) #PGP2024Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang