019

7.3K 617 457
                                    

POV'S Bella:

Suspire pesadamente mientras intentaba colocarme el delantal. Era imposible atar esa cosa, cada vez que pensaba que lo tenia, se volvía a desatar. Que estrés.

—Reina, hay clientes nuevos—escuche la voz de Danny entrar a la cocina de la repostería. En la cual yo trabajaba—Te toca atender a ti.

—Bien, ahora voy solo déjame atarme esto—escuche como se reía ronco.

—déjame que te lo ató— el rubio camino hasta quedar detrás mío y con cuidado, ma ayudo a atar el delantal.—Genial, ya está— hablo cuando ya termino

Depósitos un casto beso en mi mejilla que me hizo sobresaltar. Para después dirigirse al almacén a hacer no sé qué cosa.

Camine hasta la puerta de la cocina y abrí esta, pero si te soy sincera ni siquiera veía por donde estaba caminando, ya que yo seguía luchando para acomodarme el delantal, Danny me lo había apretado mucho.

Todo el trayecto hasta la barra me lo pase intentando amararme bien el delantal mirando hacia abajo.

—¡Que ya voy!—exclame al hartarme del ruido de la campana. Parece que me toca atender a un cliente pesado. —Dígame que dese- mis palabras se detuvieron en el mismo instante que levante la mirada

Delante mío, del otro lado de la barra, estaba una linda chica rubia, con rostro definido y grandes labios, completamente hermosa. Pero ni siquiera me miraba a mi, ya que su mirada estaba penetrando los ojos del chico a su lado, el cual rodeaba sus hombros con su brazo. El chico era...

Era Tom.

El de trenzas me miro solo cuando mustié lo último, y su gran sonrisa se borro al instante.

—¿que haces aquí?—pregunto frio

—Trabajo aquí...

—¿en la repostería de la cual te quejabas por los precios?—su voz era ronca y espesa.

Los dos nos quedamos mirando en silencio. Si te soy sincera estaba sumamente confusa. Sentía una fuerte presión en mi pecho, y era tan grande que hasta me dolía. Era como si solo quisiese correr y correr hasta que mis piernas se derrumbaran y mi cuerpo no soportase más la presión. Mi corazón deba vuelcos, pero no de los buenos. Y solo podía concentrarme en la ganas que tenia de llorar.

—¿pasa algo Tommy?—pregunto la rubia al ver que nos habíamos quedado mirando.

¿Tommy?

No, nada bonita... todo bien.

Bonita...

Sentí como si me hubiesen dado una patada en el estómago, me arrancasen el corazón y lo retorcieran en mi interior.

—emm...mesa para dos por favor— hablo frio el chico

—Si.

No tenía ni fuerzas para hablar. Era como si me sintiese traicionada, me dolía, y mucho.

Sentía tanta pena, pero a la vez tanta rabia. Él y yo casi nos besamos días atrás, y ahora...

Ahora esta con otra

Yo ya me había enterado de la mala fama que tenía el, de "las chicas de Tom", las múltiples chicas que mueren solo por un beso de él.  Yo ya sabía que él era así, que nunca podría estar con nadie porque no es capaz de enamorarse y de querer a absolutamente nadie excepto a él. Pero aun así y por alguna extraña razón dolía demasiado, me sentía completamente destruida.

Y creo que ya es hora de aceptar algo que llevo intentando evitar;

Siento cosas por el.

Siento demasiado por el. Cada vez que me mira siento que mi vida se podría caer a pedazos a mi alrededor, pero esos ojos siempre estarían ahí brillando, cada vez que me abrazaba era como si mi corazón explotara de alegría, cada vez que lo veía sonreí me sentía satisfecha y un aleteo en o boca del estómago, cada vez que me llamaba morena, era como si su voz fuese la mismísima gloria para mi.

ASSISTANT | Tom Kaulitz Where stories live. Discover now