💗; sesenta y seis

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Los últimos días los habían pasado haciendo maletas; SooBin compartió con sus hermanos la propuesta de YeonJun de vivir en la mansión, y para su propia sorpresa ambos menores aceptaron felices

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Los últimos días los habían pasado haciendo maletas; SooBin compartió con sus hermanos la propuesta de YeonJun de vivir en la mansión, y para su propia sorpresa ambos menores aceptaron felices.

El camión de mudanza llegaría antes que ellos y el alfa se había comprometido de recibir sus pertenencias para que no tuvieran ese cargo extra; el omega lo agradeció con creces ya que sería sumamente agotador correr de un lado a otro con muchas maletas sobre sus hombros.

—¿Podremos jugar con Odi todos los días? —preguntó un animado HueningKai, estando bastante entretenido en guardar todos sus juguetes en una caja.

—Sí, Hyuka —sonrió SooBin—. Creo que le ayudarían a YeonJun hyung si mantienen a ese inquieto cachorro ocupado.

—Oppa, cuidaré del jardín en tu ausencia —prometió Bahiyyih con ojitos brillantes—. Es muy hermoso para dejarlo en el olvido.

SooBin asintió. —Es una gran idea, Hyyh.

Terminaron de empacar todo lo que se llevarían; al medio día había llegado el camión de mudanzas con un grupo completo de alfas que se encargaron de cargar cada maleta existente. A pedido de YeonJun, SooBin no llevaría los muebles ya que no serían necesarios por obvias razones; sin embargo, le pidió a Hyuna le permitiera tenerlos en el piso superior del edificio en el que pondrían su negocio porque jamás podría deshacerse de ellos.

Claro que, llevarlos hasta ahí era otro viaje, por ende un pago adicional, pero SooBin estaba dispuesto a darlo para mantener las pertenencias que tanto le habían costado a su madre.

Fue así como también los envolvió para que no sufrieran ningún daño. Esta vez contó con la ayuda de Hyuna y Dawn quienes también estaban emocionados ya que en dos días se mudaban al mismo edificio donde estaría la cafetería que prontamente estarían inaugurando.

—No sé tú, conejito —inició la pelinegra—; pero yo estoy emocionada por salir de este cuchitril.

El menor rió. —También me emociona, pero siento miedo por el cambio que dará nuestras vidas.

—Será para bien, ya verás —aseguró Hyuna con suficiencia—. YeonJun te ama, y se asegurará que no les falte nada.

—Lo sé, pero aún así debo enfocarme en los preparativos que tenemos para nuestro negocio.

El chillido de Hyuna provocó una mueca cómica en su silenciosa pareja.

—¡Será el lugar más cool de todo Seúl, ya verás! —exclamó—. Conmigo frente a la cafetería y contigo del lado de la floristería no existirá persona en el mundo que se atreva a pasar de largo.

—¿Y dónde quedo yo? —preguntó Dawn con una ceja alzada.

Hyuna le hizo cejitas. —Tú repartirás los volantes.

Dawn hizo un puchero inconforme provocando la risa de ambos omegas. SooBin miró la hora en su móvil y un estremecimiento nervioso sacudió su cuerpo.

—En cinco minutos vendrán por nosotros —comunicó con una risa pequeña.

Quiéreme Bonito | YeonbinWhere stories live. Discover now