💗: cincuenta y uno

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Había demasiado silencio en aquella sala, ni siquiera Odi era capaz de romperlo ya que estaba quieto en los brazos del omega

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Había demasiado silencio en aquella sala, ni siquiera Odi era capaz de romperlo ya que estaba quieto en los brazos del omega.

El corazón de SooBin latía desenfrenado, sus ojos estaban fijos en el suelo mientras sentía el fuerte agarre del pelinegro alrededor de su cintura; y sabía que sus mejillas estaban rojas, porque en su interior existía un caos completo, aquel que se había liberado tras las palabras del mayor.

"Es mío"

Diosa, esas palabras no tenían que haberle afectado tanto.

Pero lo hicieron.

Un carraspeo hizo que levantara la mirada, sus ojos se encontraron con los del alfa peliblanco y se volvió a ruborizar cuando se percató de su presencia.

Se había olvidado completamente de él.

GeunSuk mostró una sonrisa perfectamente ensayada; la declaración del contrario le había molestado más de lo que esperó, pero sabía que en esos momentos no podría hacer gran cosa. Ciertamente hay cambios que ni él mismo puede controlar, y aunque era de esperarse aquella unión, no puede negar su profundo desagrado.

—¿Tuyo? —dijo por fin, aquel silencio se había tornado desesperante.

YeonJun sonrió ladeado. —Lo que escuchaste; así que, está de más repetir que te quiero lejos de él.

GeunSuk miró al pequeño omega que Choi sostenía entre sus brazos, y cuando sus miradas chocaron el rubiecito se escondió en el pecho del pelinegro.

Lo que menos quería era que SooBin desconfiara de él, así que no tenía otra opción que ceder. Por ahora, lo más estratégico es esperar el regreso de Lia. Después de todo, dos cabezas piensan mejor que una.

—No tenía idea que ambos salían —mostró pena en su mirar—; lamento mucho las molestias, ya no intentaré nada.

Por supuesto que YeonJun no creyó ninguna de las palabras, pero no quería darle más malos momentos al pequeño omega.

—Eso espero —respondió con aparente calma—. Retírate, quiero hablar con SooBin.

El menor se asustó cuando el peliblanco salió de la sala dejándole a solas con YeonJun. ¿Quería hablar con él? Bueno, eso no tendría que asustarlo, pero el tono que usó el alfa si le asustaba, sonaba ¿Molesto? No sabría explicarlo bien, más eso no quitaba que sus nervios aumentaran.

—SooBin.

Cerró sus ojitos ante el llamado, no quería ver los ojos molestos del alfa, porque sabía que estaba molesto aunque no conocía el por qué.

—SooBin, mírame.

—Ño —su sonrojo aumentó al escuchar la risa ronca del alfa.

—SooBin.

El omega enterró con fuerza el rostro en el pecho del alfa y de ahí habló.

—No puedo.

YeonJun descansó su barbilla en la suave cabellera del más bajo.

Quiéreme Bonito | YeonbinOnde histórias criam vida. Descubra agora