💗: treina y siete

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Choi Jessi siempre se consideró una mujer con carácter; después del divorcio que tuvo con su alfa, el rompimiento de un lazo que parecía inquebrantable y el educar a un cachorro sola, la omega creía tener el suficiente carácter para sobrevivir a s...

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Choi Jessi siempre se consideró una mujer con carácter; después del divorcio que tuvo con su alfa, el rompimiento de un lazo que parecía inquebrantable y el educar a un cachorro sola, la omega creía tener el suficiente carácter para sobrevivir a situaciones difíciles e incómodas.

Ahora, al verse sentada en aquel amplio sofá mientras era críticamente analizada por su hijo sabe que se equivocó.

YeonJun la veía con una consternación tan grande que casi la hizo reír.

—¿Dirás algo? —preguntó el alfa, tratando de demostrar una tranquilidad que claramente no tenía.

Ella se removió en su asiento. —¿Me devuelves el libro?

—¡No! —la cara de indignación en su hijo era cómica.

—Estás exagerando, hijo —murmuró la omega con tranquilidad, la expresión en YeonJun se descompuso—. Es solo un libro que me pareció interesante.

—¡Es una guía para tener sexo!

—¿Y? —inquirió la mayor con tranquilidad—. Los omegas también tenemos necesidades, tus pensamientos son un tanto machistas, ¿No te parece?

El alfa abrió la boca para protestar, cerrándola a los pocos segundos cuando nada salió de ella.

—No es eso —y era verdad—; es solo que las imágenes en mi mente son —se estremeció—, perturbadoras.

Jessi rodó los ojos. —No pienses que te hice con el aire YeonJun, tuvieron que follarme para crearte.

—¡Mamá!

La omega rompió en carcajadas viendo con una mueca divertida a su enfurruñado hijo. YeonJun sabía que era mala idea tocar aquellos temas con su madre, la mujer siempre fue alguien sin filtros para hablar.

—No entiendo por qué te escandalizas —comentó cuando pudo calmarse—. Tú eres peor que yo —asintió, el alfa jadeó indignado—. ¿Recuerdas la vez que te encontré follando a tu maestra de música encima del piano? —el pelinegro tragó fuerte—. Tuve que tirar ese piano y me gustaba mucho —la mayor se lamentó—. Oh, ¿Recuerdas la vez que te encontré en la oficina con aquel bonito omega? —negó con la cabeza, el menor estaba a punto de explotar— o aquella vez...

—¡Cállate! —gritó YeonJun escandalizado, luego susurró—. SooBin puede escucharte.

Desde el momento en que su madre alzó una de sus delicadas cejas, YeonJun supo que había metido la pata.

—¿Y a ti por qué te preocupa que SooBin se entere de tus cochinadas?

El alfa carraspeó, y tratando de sonar despreocupado dijo. —Él trabaja aquí, no me gustaría que se enterara de asuntos que pertenecen a mi vida privada.

Uy, claro que sí.

—Pues tan privada no es —comentó Jessi—. Las escenas que mis ojitos vieron fue en lugares públicos —rió entre dientes—. ¿No te da vergüenza, hijo? Un día de estos puedes traumatizar al pobre SooBin.

Quiéreme Bonito | YeonbinWhere stories live. Discover now