┊Capítulo veintiocho

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Hinata siente las caricias constantes en su cabello, las cuales viajan hasta su espalda. Las mismas caricias de todas las noches.

Sabía muy bien que Naruto solía dormir poco y nada durante las noches. Sabía que se dedicaba a observarla, verla dormir, y más allá de eso, cuidar de ella. Sabe también, aunque Naruto no ha dicho una sola palabra al respecto, que está asustado. Puede sentir su miedo y aquello lo refleja en cada acción que lleva a cabo. Sabe a dónde va cada vez que la deja en casa de su padre, sabe qué es lo que hace cuando no están juntos.

Sabe que Naruto se refugia en la oficina del Hokage en busca de respuestas, y también sabe que no encuentra nada de eso en ninguna de sus búsquedas.

Sabe quién le atormenta, y también sabe que no hablará de ello, porque no quiere involucrarla. Hinata sabe y siente muchas cosas respecto a su esposo, cosas que mantenía en silencio por miedo a atormentarle más. Por ello, es que todas las noches, cada vez que despertaba sintiendo esas suaves caricias, en lugar de hacer caso a sus ganas de hablar, sólo suspiraba lo más bajo posible y se acurrucaba contra su cuerpo, obligándose a dormir nuevamente.

Aquella noche, tiene una sensación diferente. Siente distinto. Siente que es hora de romper ese hielo, sabe que todo es parte de una conversación que por las buenas o por las malas deberá tener... ¿pero será esa noche la correcta?

Las caricias se deslizan nuevamente por su cabello, sobre su espalda, besa su frente con cuidado, creyéndola dormida.

Hinata relame sus labios y alza su cabeza ligeramente, encontrándose con la azulada mirada de Naruto. Con sus ojos brillosos y cansados.

—¿Qué haces despierto? —la pregunta para ambos se repite al mismo tiempo. Los dos se observan en silencio, Hinata sonríe ligeramente mientras acomoda su cuerpo contra el contrario.

—No podía dormir —se excusa Naruto, manteniendo su mirada fija sobre ella.

«De hace días que no puedes dormir...» piensa Hinata, sintiéndose responsable totalmente de ello.

—¿Por qué no lo intentas?

—Ya no tengo sueño —Naruto continúa repartiendo caricias alrededor de ella, sólo que ahora se enfoca en su rostro, en su nariz, en sus mejillas, en sus labios, en toda su belleza física. — ¿Por qué no lo intentas tú?

—Me siento bien por ahora —murmura.

—Son casi las cuatro de la mañana. Deberías.

—Creo que podemos quedarnos en la cama hasta tarde hoy, ¿no piensas igual?

Naruto mantiene el silencio, lo único que hace durante los segundos siguientes es observarla con tanta atención, que está seguro que podrá detallar cada facción de Hinata a la perfección.

Quería atesorar esos momentos en su mente, por si acaso en el futuro ya no podía seguir viéndola de esa manera. Quería guardar en su memoria esos momentos, si es que acaso la vida le arrebata la oportunidad de vivirlos una vez más.

—Yo creo...

—¿Sí? —pregunta Hinata, posando una de sus manos sobre su mejilla.

—Yo creo que eres hermosa.

—Yo creo que deberías dormir.

—Yo creo que no —Naruto niega, acercando su rostro al de ella con lentitud. — Creo que deberíamos quedarnos así para siempre.

Hinata cierra sus ojos, gustosa, cuando siente ligeramente la cercanía de Naruto. Su cuerpo pegado al suyo, sus labios rodando los suyos. Era una sensación de la cuál estaba segura, no experimentaba hace mucho. Tan solo sentir la piel de su cuerpo contra sus manos era suficiente para que algunas partes de su cuerpo parecían alborotarse de pronto.

Not remember you ┊NaruHinaWhere stories live. Discover now