Not remember you ┊NaruHina

┊Capítulo dieciséis

La sangre seca olía horrible. Verla en la tierra, sobre las rocas y en los troncos de los árboles que rodeaban la escena, era como encontrarse en medio de una película de terror sangrienta. O eso es lo que Narurto sentía, observando todo con una pizca de dolor en el rostro.

—No hay mucho aquí —dice Sasuke, avanzando cuidadosamente, para no estropear lo que pudo ser una zona de asesinato. —. Además de la sangre, claramente.

Naruto no dice nada. Él solo inhala y exhala con fuerza. La sangre le arde en las venas, pero no gana absolutamente nada perdiendo el control, lo sabe.

—Tienes que calmarte, Naruto —la voz de Kurama se transforma en un pequeño rayo de luz.

—No es un lugar aislado —tras varios segundos silenciosos, Naruto por fin vuelve a hablar. —. Está cerca de la aldea. ¿Cómo es posible que nadie haya notado nada?

—Tal vez porque todo ocurrió en cosa de segundos.

—¿En cosa de segundos?

—Sea quién sea que haya hecho esto, lo hizo con la intención de arrasar con todo esto, excepto con ellos.

—Con el equipo ocho.

—Exactamente —Sasuke asiente mientras se inclina frente al tronco de un árbol. Su dedo índice se acerca a la mancha oscura y sangrienta que hay sobre éste, más no llega a tocarla. —. La idea es dejar los rastros necesarios.

—¿Rastros necesarios? —Naruto llega hasta donde Sasuke se encuentra. Mira su espalda a la espera de alguna respuesta. —. Sasuke sé claro, no estoy entendiendo.

Sasuke suspira.

—Toda ésta sangre pertenece al equipo ocho. Kiba, Shino, Akamaru y Hinata.

—Sí, eso ya lo sabemos.

—Pero...

—¿Pero qué? —la paciencia ya no es su amiga en esos momentos, realmente, no lo fue nunca, pero intentaba no pasarse de su límite establecido. Ahora, el único problema era que Sasuke y sus palabras incógnitas se lo volvían cada vez más difícil. —Sasuke —gruñe ante la desesperación que el silencio le provoca.

—Esas machas de sangre de ahí —con su índice señala hacia un camino de sangre que parte justo detrás del árbol que Sasuke observa. Son gotas, manchas lo suficientemente grandes como para no pasar desapercibidas. —. Esa sangre en la tierra no es de ellos.

Naruto frunce el ceño. ¿Cuáles?

Enseguida fija su vista en lo que Sasuke señala con tanta seriedad. Enfocando su vista hacia el suelo, logra dar con el famoso camino de sangre. Son manchas oscuras, pero notorias.

—Cuida tus pasos —le advierte Sasuke a Naruto cuando éste se acerca hacia el rastro. —. No toques nada.

—Ya lo sé —murmura mientras inclina su cuerpo y observa de cerca. Sus cejas se fruncen al igual que su ceño. ¿Cómo es que no se han borrado hasta ahora? Continúan ahí, y parecen intanctas. —. ¿Cómo sabes que esta sangre no es de ellos?

—Porque...

—Van en dirección contraria a la aldea.

Naruto observa su estómago con sorpresa. Sasuke observa hacia el cielo, creyendo que aquella voz era producto de su imaginación.

—¿Kurama? —murmura Naruto.

—¿El kyubi?

—¿Qué les sorprende tanto?

—¿Cómo sabes que las manchas de sangre van en la dirección contraria?

—Tú sabes que puedo verlo todo desde aquí —bufa, ofendido.