Capítulo 40

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—Dudo que haya sido el. Está en un cuarto de máxima seguridad en un hospital para enfermos mentales—.

—¿Entonces quien mierda le hizo esto a Ken? ¡¿Quien mierda se llevó a mis hijos Maldición?!—.

Un nudo del tamaño de África me ahogaba cada vez que recordaba aquella noche.

Después de volver a la ciudad rápidamente busque a Trevor quien ese mismo día comenzo una investigación.

—Tranquila...todo se resolvera—.
Como acto reflejo Trevor me abrazo con fuerza para calmarme.

—¿Cómo voy a seguir ahora? Ken....—. al recordarlo todo el dolor volvió.

—Nos tienes a nosotros y pronto a los mellizos. Jamás te dejaremos sola. Jamás lo hare—. Dan estaba junto a mí tomando mí mano.

Tal vez ellos estén conmigo, pero no lo entendían, jamás iban a entender el dolor que sentía, el vacío que todo esto había dejado, el vacío que la muerte de Ken había dejando en mí.


Narra Trevor.

Si algo me había quedado más que claro es que los involucrados en el secuestro de los bebes y la muerte de Kentin seguían siendo los mimos.

Si bien Sunho estaba encerrado, aún podía estar moviendo sus peones.

Mercy me había dicho que esa noche habían sido tres hombres los que salieron de la casa y posiblemente había un cuarto que fue el que disparo a Ken.

Cuando llegue al lugar a unos kilómetros de la casa a la orilla de un riachuelo encontré el arma que posiblemente se usó para el asesinato.

Un Ak50, una típica arma de mercenario.
Rápidamente la envié a analizar para finalmente hallar a su último poseedor.

—¿Para quien trabajas?—.

Un hombre de color, bastante alto y fornido de aproximadamente 40 años resultó serlo.

—YA ni khrena tebe ne skazhu! gryaznyy chinovnik—. Escupio sobre la mesa.

(¡No te diré una mierda! Funcionario sucio)

—Dios ¡Dame paciencia!—.
Me puse de pie para tomar con firmeza su remera.

—Я провожу между своими грязными яйцами твою гребаную русскую—. Una carcajada seca salió de la boca del tipo.

(Me pasó entre mis bolas sucias tu puto ruso)

Un ruso falso no competía con mí ruso originario.

Durante casi cuatros años trabajé en Rusia como oficial de UV, de hecho allí conoci a mí esposo, quien solía trabajar como comandante de la policía rusa.

—Escúchame pedazo de caca. Esos bebés que se llevaron son mis sobrinos y ese tipo al que mataste como si nada era mí amigo. Este caso no es un juego para mí ¡Así que será mejor que comiences a hablar si no quieres que te arranque los putos y asquerosos dientes uno a uno—.

Y como imaginaba, comenzó a hablar.

—Una mujer...de unos 50. Llego a nosotros con un maletín lleno de dinero a cambio quería que le lleváramos a los bebes—.

—¿Y el hombre que mataste Que?–.

—El no era parte del plan, pero si un obstáculo—.

Golpee su cabeza con todas mis fuerzas contra la mesa de hierro.

—Ojala y te partan el culo en prisión pedazo de hijo de puta—.

.....

Con que una vieja de 50...

—Park necesito todo el árbol genealógico Kang y la información que encuentres sobre ellos—.

El agente Park era mí asistente designado para este caso.

Generalmente durante una investigación era muy fácil acceder a cualquier tipo de datos, pero cuando se trataba de los Kang era como querer abrir la caja de Pandora.

—Hare mí mayor esfuerzo, sabe que es difícil poder acceder a ellos—. Negué tirándole unos papeles con información de la menor de la familia "Sol".

—A ella me la dejas afuera de todo esto, la niña acaba de perder a su padre. No necesita sabes que su familia fue quien lo asesino—. Asintió.

—Ire a hacer una visita, apresurate a conseguirme eso. En especial busca una mujer de unos 50 años—.

Era nuestra pista más fuerte. Pese a que me daba una idea de quién podía ser, debía hacer una pequeña visita a mí viejo amigo Kang Sunho para corroborarlo.

...

—¿Que mierda haces aquí?—esposado y vestido con un pijama blanco, se veía totalmente demacrado.

—Vine a visitar a mí cuñado—. Le dedique mí mejor sonrisa burlona

—Vete a la mierda. ¿Cómo está Mercy? ¿Cómo están mis hijos?—. La preocupación reflejada en su rostro me hizo darme cuenta.

El no tenía la menor idea de lo que sucedio.

—Hace unos días tres tipos secuestraron a tus hijos y mataron a Kentin ¿Cómo crees que está Mercy?—. Los ojos de Sunho parecían los de un búho.
—¿Tanto te impresiona? Creí que lo sabrías—. Negó mientras la desesperación se apoderaba de el.

—Como mierda piensas que yo voy a saber algo así. Estoy encerrado en este lugar y nisiquiera me dejar hacer llamadas—.

Justo cómo imaginé.

—Entonces...¿Tienes idea de quién pudo aver sido?—. Pareció pensar unos minutos una respuesta.

—De hecho hay alguien—.

Después de escuchar atentamente su historia todo se había vuelto más claro.

Kang Sulee la abuela y cabeza de los Kang.

La abuela de Sunho.

La PinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora