Capítulo 16

3 1 0
                                    


El calendario seguía avanzando sin pena alguna.
Los meses se apropiaron poco a poco de su vida.Ahora parecía que solo estaba dormida. Sus moretones y heridas habían desaparecido, su cabello había crecido bastante, incluso su piel había vuelto a su color natural.

Eventualmente debía volver a la universidad y pesé a que intente prolongar ese dia lo más posible, mí tiempo había acabado.
El señor Belmont junto a Ken y su familia se habían mudado a la ciudad, así que entre todos nos rotabamos para cuidar de ella.

Para mí suerte no había vuelto a ver a Sunho en el hospital, aunque una de las enfermeras me había contado que solía ir cuando nadie estaba.
Era mucho mejor para mí no cruzarme con el, aunque tarde o temprano lo haría.
Ese día volvía de la universidad,bastante agotado y con mí uniforme habitual.
Despues de pasar por una panadería a comprar unos panes dulces para el señor Belmont y un café para mí, tenía planeado ir a visitar un rato a mis padres.

-¿Amor era necesario gastar todo ese dinero?-.

Una mujer muy atractiva con razgos aniñados estaba sentada en una de las mesas de la panadería y para mí sorpresa acompañada por Sunho.

Entonces esa era su esposa.

Ella se veía muy feliz y cómoda, aunque él no dejaba de mirar su celular y nisiquiera respondía sus palabras.
Admito que desde el primer momento en que conocí a Sunho me dio mala espina, era muy serio, no sonreía y mucho menos lloraba, incluso el accidente de Mercy no pareció importarle tanto, más bien parecía que solo lo hacía por puro compromiso.
Por lo poco que oí parecía ser que hablaban de la adquisición innecesaria de una casa, pero en el momento solo ignore sus comentarios.

El me vio e hizo un movimiento con su cabeza para saludarme al cual respondí de la misma manera.
Después de comprar los panes y el café conduje rumbo a casa de mis padres.
Últimamente pasaba mas tiempo con ellos, la condición de Mercy me había hecho pensar mucho y un tipo de miedo constante se había apoderado de mí...el miedo a perderlos.

Aunque eran vistas cortas mis padres se sentían muy felices de verme mas seguido.

...

-Estaban realmente buenos Dan. Muchas gracias-. El papá de Mercy disfrutaba los panes con mucho fervor.

-Lo se, son los mejor siempre los compraba para Mercy,eran su antojo favorito-.Por un instante la melancolía se apodero de mí.

Pronto sería un año.

-Por lo que note iban encerio, el tener un bebé...conociendo a mí hija no lo hubiera hecho con cualquiera-

Asentí aunque debo admitir que fue realmente inesperado para ambos. No fue algo que hayamos planeado.

-Vamos muy encerio, muchos dirían que íbamos demasiado rápido pero todo parecía estar en nuestro favor-.El señor me miraba muy atentamente.
-Debo admitir que lo del embarazo fue toda una sorpresa, pero estábamos muy ilusionados-

Y no mentía sobre eso.

-Espero que pronto despierte...-.

"Y yo".

Palabras que salieron como el más sincero susurró.
Después de un rato el señor Belmont se fue a casa y yo había ido a estirar las piernas.

Al volver la puerta de la habitación estaba entre abierta.

-Nos iremos de aquí ni bien despiertes así que porfavor ya hazlo. Te amo Mercy-

Ese maldito de Sunho estaba tomando su mano mientras acariciaba su cabello.

Juro que podría matarlo.

Narra Sunho.

Ese día había decidido ir a ver a Mercy.
Realmente evite con todas mis fuerzas hacerlo, sobre todo por mí "esposa " ya que le molestaba mucho, pero al final solo sirvo para poder librarme de ella.

Al llegar al hospital Dante estaba con ella, este idiota no se despegaba ni un segundo de Mercy.
Durante semanas estuve pensado y se que debo de alejarme de ella, tiene una nueva vida y es feliz pero entonces...¿Porque es tan difícil para mí dejarla ir?

-¿Puedo?-. El peli rubio alzo su mirada.

-Hace tiempo no te veía por aquí...--.

De hecho eh estado viniendo un par de veces, pero siempre le pagaba a las enfermeras para que no dieran aviso sobre las visitas.

-Estuve un poco ocupado, hoy de casualidad pensé en pasar a verla. Me quedaba de paso- El solo sonrió, una sonrisa seca.

-¿Porque actúas como si no te importará?- Soltó un gran suspiro.
-Se que has venido a verla, se que no fuiste un simple amigo y asumo que se las intenciones que tienes. No soy idiota Kang Sunho-. Sus palabras realmente me dejaron helado.

No había expresión en su mirada, como si realmente estuviera cansado de esta situación.

-¿Que sientes por ella?-. Esto iba muy encerio...

-La amo, jamás deje de hacerlo-.

Mí respuesta pareció no sorprenderlo en absoluto, como si realmente ya se lo hubiera imaginado

-¿Entonces porque la dejaste en un primer lugar? Que yo sepa si tu amas a alguien por nada del mundo te alejas-.

Tenía razón. Jamás debí alejarme, en su lugar debí protegerla. Todo esto se hubiera evitado si tan solo me hubiera quedado a su lado.

-Si No sabes los motivos. Evita comentar de mas-.

Un "HA" sarcástico salió de la boca de Dante.

-Evite todo este tiempo cruzarme contigo porque sabía perfectamente que algo así podía pasar. Pero estoy harto.
Mercy lleva en coma casi un año, estoy desesperado por una solución ¿Entiendes? Me importan tres jodidas mierdas las intenciones que tengas con ella porque al final del día ella será quien decida que hacer cuando despierte. Ni tu ni yo decidimos sobre su vida ¿Te quedó claro?-.

Sus ojos irradiaban bondad, paz, seguridad y muchísimas cosas más que jamás en vida podría sentir.
Durante toda mí vida siempre obtuve lo que quise.
No me importaba cuántas palabras motivacionales dijera, yo sabía que Mercy volvería a mí.

-Bien. Te daré esa oportunidad-.

La PinturaWhere stories live. Discover now