Capítulo 33

5 1 0
                                    

Todo pareció un sueño, un sueño provocado por la anestesia.

Tal vez había sido una alucinación.

Mí cabeza dolía demasiado, al igual que mí cuerpo. Poco a poco mis ojos se abrieron, siendo aturdidos por el sol que entraba por la ventana.

—Despertaste—. Mí corazón comenzó a latir con fuerza, mis ojos me estaban engañando de nuevo.

Junto a la cama, revisando la intravenosa, Dan me miraba con una pequeña y casi irreconocible sonrisa.

—¡Los bebes! ¡¿Donde estan mis bebés?! ¡Quien los cuidara si estoy muerta!— Intenté ponerme de pie pero un fuerte dolor como si algo se hubiera desgarrado casi hace que me caiga al suelo.

Esto hubiera pasado si no hubiera sido porque los brazos de Dan me agarraron con firmeza.

—Acabas de Salir de una cirugia muy invasiva no deberías de ponerte de pie tan rápido—. Dan me ayudó a sentarme.

Si estaba muerta, porque el dolor se sentía tan real.

—Porque me castigas así jesús— Comencé a llorar inconsolable mente.

Dan dejo la planilla que traía en la mesa de luz y se sentó junto a mi.

—La cirugía fue algo complicada e incluso tarde más de lo planeado pero ambos bebés están bien—. Un suspiro de alivio salió de lo más profundo de mí alma. —Evidentemente son prematuros y uno de ellos nacio con  falta de desarollo en los pulmones, por lo que permanecerán en pediatría un tiempo pero cuando te sientas un poco mejor te llevaré a verlos— Me rendí, me rendí ante todo

Temí estar muerta, temí que mis hijos fueran criados por Sunho. Temí dejarlos solos.
Inconcientemente recargue todo mi peso sobre Dan mientras litros y litros de agua salían por mis ojos.

—¿Pasa algo?— Dan me miraba preocupado.

—¿Entonces no estoy muerta?— Nego riendo levemente.

—La anestesia puede desorientar un poco pero ¿Porque creíste que estabas muerta?—

—Tu estás aquí, tu no deberías de estar aquí— Asintió levemente dejando en claro que había entendido la situación.

—Al igual que a ti me sorprendió mucho verte en la mesa de operaciones, pero era el único médico cirujano de guardia anoche— Que pequeño es el mundo.
—Asi que no estás muerta, solo es que el mundo es muy pequeño–

Nuestras miradas se encontraron accidentalmente para luego no poder separarse.

Mís manos sudaban y temblaban, mí corazón estaba a punto de salirse de mí pecho y de la nada la habitación se sentía como el mismo infiero.

Dan se alejo rápidamente de mí poniéndose de pie.

—Estaras bastante adolorida los siguientes días. Como te dije la cirugía fue bastante complicada, tuviste una hemorragia bastante grande y tuvimos que retirar el útero, por lo que los siguientes días tenemos que evitar infecciones y posibles problemas nuevos. Para eso debes de permanecer en cama y evitar moverte o los puntos podrías abrirse—. Asentí nerviosa —Eso significa que no debes volver a hacer lo de antes—. Dijo en todo burlon.

—Esta bien— No pude evitar reír.

Se sentía tan bien tenerlo tan cerca, aunque no podía evitar recordar el sueño que había tenido la noche anterior.

¿Abra sido una señal?.

De la nada la puerta se abrió y un agitado Sunho entro.

Ni bien entro Sunho se percató de la presencia de Dan, durante unos segundos lo miro fijamente sin pronunciar palabra alguna.

El miedo se apodero de mí, mire desesperadamente a Sunho buscado su atención. No quería que algo malo le pasará a Dan por mí culpa.

Para mí sorpresa Sunho se percató de la ropa que traía puesta Dan.
La bata de doctor y su identificación.

—¿Cómo estan mí esposa y mis hijos?— Para mí sorpresa Sunho se acerco a la cama y puso toda su atención en mí.

—¿Cómo te sientes amor? Debió de ser muy difícil para ti. Realmente lo siento— Sunho miraba mí rostro detalladamente mientras acariciaba mí mejilla.

—Estoy bien—. Mí sonrisa lo tranquilizó.

Dan miraba desde atrás la escena, se lo notaba muy incómodo pero a pesar de eso no dejaba su profesionalismo de lado.

...

—¿Entonces cuando podremos verlos?— Dan le explicó todas las complicaciones de la Cirugia y sobre las complicaciones médicas de los bebes.

—Puede acercarse al área de pediatría, los bebes ahora mismo están en la sala de incubación así que puede verlos desde la ventanilla. Pero si se refiere a cargarlos, la única que podrá hacerlo en un par de horas es la madre, ya que debe de darles el pecho— Sunho solo asintió.

—En unas horas una enfermera vendrá a buscarla y la acompañará al área de pediatría. Mientras tanto le recomiendo descansar lo más que pueda— Asentí antes que Dan saliera de la habitación.

—Que sorpresa—. Sunho miraba unas flores que había sobre la mesa de luz. —¿Sabías algo de esto?—. Negué rápidamente.

—Ayer Ken y Trevor fueron a casa, fuimos a una cafetería y por la noche mí hermano nos cocino. Por la madrugada me desperté con contracciones y no sabía a quién llamar o que hacer. No encontré a ninguno de los guardias así que llame a mí hermano, pero no estaba así que su esposo me trajo hasta aquí—. Estirándome un poco logré tomar su mano.

—Realmente no tenía la maner idea de que el estaba aquí—. Sunho nisiquiera me miraba.

—¿Ken y Trevor?— Sunho volteo confundido —¿Tu hermano?— Asentí sonriendo.

—Me divertí mucho y no me sentí tan sola. Realmente te extrañe mucho— Esas palabras lograron que bajará la guardia.

—Yo también te extrañe mí amor. Cuando un encargado del hospital me llamo para avisarme que estabas aquí tuve una ataque de nervios increíble. De hecho estaba en plena reunión—

—Amor...—. Sunho se sentó junto a mí.

—Deje todo y salí corriendo, intenté llegar lo antes posible pero había una tormenta eléctrica así que mí piloto tuvo que esperar a que el clima mejorará. Para mí suerte eso paso rápido—. Asenti escuchando su historia.

Sunho sigio hablando, mientras que yo no podía quitarme de la cabeza a Dan, el corría peligro.
Puedo contener a Sunho con palabras tiernas y buenos tratos, pero su personalidad era explosiva y sabía perfectamente bien que su amenaza seguía vigente.

"intentas algo y sabes que pasará".
Con esas palabras Sunho habia logrado mantenerme al margen en su vida.
Pero ahora Sunho y Dan estaban bajo el mismo techo, lo que hacia que dan corriera un gran peligro.

La PinturaWhere stories live. Discover now