Rosa pastel.

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En su mente se repetían los recuerdos que ambos construyeron con amor y anhelo. Recuerdos que se sentían vividos a la hora de recordarlos, como si el tiempo no pasara de ellos.

"─Después de este transcurso de tiempo, por fin se ha tomado una decisión final."

Todo el tiempo que se dedicaron.

Esos besos y acaricias indebidas.

Esas noches en velas llenas de amor.

Los días que compartieron, la cama, los sentimientos, las tonterías y demás.

"─De acuerdo con el la ley de derecho al Omega..."

Esas promesas rotas. Esos sueños incompletos. Esos deseos dañados. Esas caricias incompletas.

Esas metas...

"─Se vota a favor del señor..."

La promesa de juntos por siempre no era más que palabras vacías. Solo eran eso, palabras. Letras unidas sin amagos de nada. Sin prevalecer sus sentimientos por medio de ellas.

Caminar al altar, casarse y formar una familia.

Ser uno solo.

"─Peter Benjamín Parker."

Ya nada era lo mismo.

Y nunca volvería a ser lo mismo.

"─Señor Miguel O'hara, puede romper el vínculo."

Aun le quedaba en la mente la idea de una cachorra. Una hija del fruto del supuesto amor de ambos.

Quizá fue muy tonto pensar algo como aquello.

Era cliché pensar así.

─A partir de ahora. Están legalmente separados. ─Fue lo último que dijo el juez en la corte.

El todo el juicio Miguel no lo miró.

En todo el juicio no lloró.

En todo el juicio se perdió.

Se perdió en el mismo.

Y en la posible vida que pudo tener junto a aquel hombre que pensó que era suyo.

Ahora... Había alguien más ocupando su espacio. Alguien que si podía darle hijos. Alguien que sí pudo llenar ese vacío que nunca lleno él.

Porque era un Omega inservible. Un Omega que no podía tener hijos.

Por eso... Sucedió todo. Las peleas, las discusiones, los insultos, las palabras hirientes y las miles de lágrimas. El alcohol siendo la principal protagonista.

No culpaba a la linda Omega embarazada por el descuido de un Alfa borracho lleno de decepción. Ella no tenía la culpa.

Nadie la tenía.

Él también había herido al Alfa con otro hombre.

¿Dónde quedo todo el respeto que se tenían?

¿Dónde quedo toda esa felicidad que se tenían?

¿Dónde quedo todo ese amor que se tenían?

¿Dónde quedo el "nosotros"?

Todo acabo, no quedaba nada más.

Salió de ese lugar, sin mirar al que fue su esposo y primer amor. Sin mirar ese abismo de perdición.

─Hasta nunca, Miguel... ─Un débil susurro salió de los labios de Peter en medio de su caminar.

Ahora eran dos extraños. Dos extraños que se olvidarán el uno al otro.



·•·•·•·•·•·•·•·•·•·•·

Dije Rosa Pastel, nunca dije que iba a ser lindo.... :D

Banda, ayuda. Me imagine la escena con la canción de fondo y me puse a llorar.

Dedicado a:

kipmijeu_87

EmilioAndrade272

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