Public Figure | Luar la L

PUF-049.

—¡Paris!.—escuché al otro lado de la puerta.

—Santos...—dije asustada, observé mi mano teñida de rojo.—No , no ... No entres, este.. Ya mismo...Ya mismo salgo.—me limpié y tras eso lavé mis manos.

Normalidad, Paris.

—Buen día, ¿qué pasó?

—Hubo un altercado en la prisión, hubo un herido grave.—quise pasar por su lado pero me detuvo.—Eso fue en la noche, esta mañana han sido tres presos más, Armando está cogiendo lucha con lo que queda de la banda de ese tipo.

—Lo van a dejar preso de por vida.

—Ya, sera mejor que hagas tú magia rápido porque...—suspiró.—Un tal Monroe le dió un soplo a la policía y están revisando el caso.

—¿Qué?

—¿Quieres que me encargue?

—La violencia es lo que nos ha traído hasta aquí.

—¿Y entonces?

—Chavos.—soltó una carcajada.—El director de la prisión es mi única esperanza pa' mantener vivo a Armando, si tienes otra sugerencia soy t...—gemí de dolor al sentir un fuerte pinchazo en mi vientre.—¡Fuck!.—me apoyé como pude.—Encárgate, ¿si?

—Pero, ¿estás bien?

—Sí, tú ve...—si no mentía jamás se iría.

(...)

—Puedo sacarlo pero no lo haré.—miré con incredulidad a mi papá.—Te golpearon por su pasado, te jugaste la vida por su pasado, casi te pierdo a ti y a mi nieto de nuevo, por su culpa , lo siento pero ese tipo merece una estadía en ese hueco.

—Es el papá de tu nieto.

—Si por mi fuera le quitaría el porcentaje de sangre que lleva de esa rata.

—Peleaste a su lado.

—Porque no iba a poder solo, hasta tu tuviste que intervenir al final.—se cruzó de brazos.—He hablado con Leblanc y..

—Espero que no pretendas seguir con esa boda impuesta.—me reí sin ganas al ver que asentía con su cabeza.—Estoy embarazada.

—Eso no le importa, su hijo está loquito por ti y yo necesito apoyo interno en Italia.

—No voy a casarme para facilitarte tu dinero sucio.

—Mi dinero sucio te crió y gracias a eso jamas te faltó nada así que deja de llorar como una niña débil y malcriada porque no eres ninguna de las dos y honestamente me tienes harto con el tema de ese delincuente.—se levantó.—Retiraré su protección esta misma noche.

—¿Por qué me das la espalda ahora que te necesito?

—Estoy para lo que necesites siempre que no tenga que ver con ese tipo.

—No voy a renunciar, lo amo y no voy a pararle hasta que lo tenga en la casa de nuevo conmigo.

—Eres tan estúpida...—se cruzó de brazos.—A partir de mañana no tendrá ni mi protección, ni mis abogados ni mi impunidad, cada cosa que haga se la van a cobrar y teniendo en cuenta que estará en aislamiento, es cuestión de tiempo que se saque de la partida él solito.

—¿Vas a dejarlo solo?

—Voy a cobrarle todo lo que te hizo pasar.

—¡No soy una niña, sé bien en qué me metí!

—No parecía cuando no despertabas.

—Fue mi culpa, yo no quise quedarme.

—Porque estás ciega, lo que sientes por ese tipo no te deja ni pensar con claridad, es mejor así, antes de que alguien salga mas herido.

Narra Luar.

Ver a Santos después de tanto no me hacía feliz, sentía demasiada rabia después de ver toda la farándula señalándolo como el nuevo novio de Paris. No lo creería si no fuera porque ese tipo me salió con que desde el día que la vió en mi cuarto sintió algo, ahora paraban juntos todo el tiempo, vivían juntos.

—¿Qué carajos quieres?

—¿Disculpa?

—Vienes aquí después de confesadle a tu hermano que te gusta su baby, ¿qué te pasa, chico?

—Me pasa que me importas y aunque signifique renunciar a Paris, debes dejar de portarte así y retomar su relación.—me miró a los ojos.—El Armando que conozco pondría a llorar a las nenas de otro pero a la suya nunca, menos a la mamá de su futuro hijo, pensaba que sentías lo más fuerte por Paris pero ver que la tratas peor que a un perro me hace pensar lo contrario.

—Paris debe buscarse alguien mejor.

—¿Acaso uno elige a quien ama o lo siente y ya?

—¿Crees que estoy en un lugar para andar pensando en esas pendejás?

—Paris no es una pendejá.

—Deja de nombrarla.

—¿Por qué?

Me quedé en silencio.

—¿A que le temes, Armando?

—A las cosas que es capaz de hacer por mi, estaba puesta a recibir balas por mi.

—Y tú por ella.

—Sí.

—¿Y?

—Este es mi mundo, no el suyo.

—Lo manejó mejor que tu.

Volví a callarme.

—Dime la verdad, brodel'.

Bajé la mirada cuando la si she es de aquel día vinieron a mi cabeza, me rasque la nuca tras levantarme y comencé a caminar de un lado a otro.

—¡Armando!

—Tengo pesadillas con ese día, una y otra vez.—susurré.—Cada vez que cierro los ojos la veo en la camilla, fría...—sacudí mi cabeza.—Me señalan, me dicen que es por mi culpa , que yo la maté...—cerré los ojos.—Si tan solo no me hubiera aparecido en su vida...—mis ojos me ardían.—Cada vez que toco las balas me recuerdo que está bien, que le va bien conmigo aquí dentro y quiero que siga así.

—No puedes quedarte aquí y abandonarla a ella ni a tu hijo.

—No los merezco, Santos.—él suspiró.—Una cosa buena me mandó Dios y no supe cuidarlo , me dió otra oportunidad y de nuevo fui incapaz de cuidarlos .

—Te ha dado una tercera oportunidad porque sabe que os merecéis mutuamente, esa bendición no os la habría mandado si no supiera que se la merecen, papi.—palmeó mi espalda.—Esa baby está allá afuera peleándose hasta con su papá para sacarte, no te puedes rendir, pelearon juntos aquel día y deben hacerlo ahora también.

—No quiero volver.

—Tienes miedo a que te rechace.

—N..

—Crees que va a rechazarte.

—No es eso.

—Ella te esperó desde que te apresaron, esa lealtad ciega que Paris tiene en ti...—sonrió.—Cabrón, esa baby tiene tiempo que merece que le pongas ese anillo en el dedo, coopera pa salir.

Su teléfono comenzó a sonar.

—Indica.

—¿Qué pasó, Paris?.—me miró.—¿Ingresada?.—mi sangre se congeló.—Cálmate, respira , voy para allá.

—¿Qué pasó?

—El bebé, me dijo que perdió mucha sangre ..—me apoyé para evitar caerme, la noticia me había mareado.—Podría...Podría perderlo...

Miré al cielo cuando el tipo salió de la sala.

—Papá Dios , si aun está vigente esa tercera oportunidad, protégelos por mi par de días más, hasta que salga de aquí.

•••••
Perdón por andar perdida , ya volvimos.

¿Conservamos al baby o no? Siento que Luar merece cosechar lo que sembró la verdad, no baby por tratar feo a Paris