|| Salir del INFIERNO || - Cult of the Lamb

𝙴𝚜𝚙𝚎𝚌𝚒𝚊𝚕: 𝕃𝔸 ℂ𝕆ℝ𝕆ℕ𝔸 ℝ𝕆𝕁𝔸

-¿ℚ𝕦𝕖́ 𝕖𝕤 𝕧𝕚𝕧𝕚𝕣?

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-Los cielos se oscurecieron, pero gracias al "Ente" todo se iluminó. Llevaba a dos guardaespaldas consigo. Este Ente, era el creador del universo y mundo, sabía que el mundo debe de tener un balance, así que, creó cinco Coronas, las cuales tendrían un poder. La primera en ser creada, fue La Corona Roja, La Muerte y contraparte de este Ente, la dotó de conocimientos sobre el balance y sobre la vida y la muerte.

- "Corona Roja... Bienvenida a mi mundo... Yo soy tu creador, y el Creador absoluto de todo este mundo. Tendrás preguntas, que responderé después de explicarte el motivo de tu nacimiento. Has sido creado para mantener el equilibrio entre la vida y la muerte, has sido dotado de dones inigualables, conocimientos inefables, e inalcanzables para los seres que habitarán este mundo... Tú, Corona Roja, eres la muerte sin máscara. Te doy la orden de encontrar a un portador y ofrecerle todo tu poder al Elegido por tu criterio. También, no podrás desobedecer ninguna orden suya y solo podrás ser su guía para poder ayudarle con su deber. ¿He sido claro?"

- "Yo... Si. Absolutamente.... Yo... ¿Soy la muerte? ¿Por qué?"

- "No hay vida sin muerte."

- "..."

- "Bien, también crearé a otras Coronas para que te ayuden en ese deber, pero también crearé algunas para longevizar la vida de los habitantes para que no se mueran tan pronto y que este mundo no se quede en la edad de piedra."

-Seguido de eso, creó cuatro Coronas más... La morada, encargada de la sabiduría, conocimiento y el arte de la guerra como así las diferentes estrategias y planes. La Corona Verde, encargada de la naturaleza y mantener vivo este mundo, dota a su portador el don de modificar y usar la naturaleza, como así crear recursos. La Corona Azul, encargada de las enfermedades y el bienestar, dota a su portador el poder de controlar plagas y enfermades como así, su cura. La Corona Amarilla, encargada de proporcionar a su portador el sustento necesario para existir en este mundo.

- "A todos ustedes se les ha sido dotados de los dones que acabo de explicar, como así la orden de No Desobediencia y de No Relación a Su Portador. Quien desobedezca estas órdenes, será proporcionado con un castigo. También guardaos vuestros sentimientos para vosotros mismos, para así cumplir bien vuestro propósito. No me decepcionen con sus portadores. Ahora, elegid a un portador, y comenzado a trabajar." Seguido de eso, el Ente, desapareció en un pilar de luz. Las Coronas se miraron entre sí.

- "Si hemos sido creados por el mismo ente... ¿Debemos de ser hermanos?" - Preguntó La Corona Verde, curiosa por todo el mundo que los rodea.

- "Si, algo así parecido, Verde. Vale, dejen que yo les repita lo que tienen que hacer. Debemos buscar a portadores dignos de nuestro poder, ningún mortal debe de ser digno de nuestro poder, así que hay que ser selectivo. Venga, en marcha." - Decía La Corona Morada con un tono de superioridad y tomando el rol del hermano mayor, a pesar de ser la segunda en ser creada.

- "Bueno, yo no me opongo." - Decía La Corona Amarilla con indiferencia.

- "Oye Corona Roja, ¿qué es lo que te ocurre?" - Decía La Corona Azul algo preocupada por el bienestar de su hermano.