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-Aquel gato negro despertaba en el suelo, levantó la cabeza, encontrándose con aquel culto que tanto odiaba por fin en llamas... Se levantó, el humo cubría su visión, hasta que...
-NARINDER! Tu.... Hiciste esto?! - Dijo aquella figura cuyo rostr...
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-Los astros se han alineado. ¿Por qué? Porque Narinder se ha levantado y al trabajo se le ha encomendado. A regañadientes aceptó, la invitación del Cordero Burlón. Vale, suficiente parte poética, el caso es el siguiente. El Cordero le dijo a Narinder sin estamparlo contra la pared, que tenía que hacer algo productivo para su Dios, guau, tremendo ego El Cordero, pero ¿qué se le puede hacer, si se ha cargado a la Antigua Fé y a la misma muerte? Nada.
- "Nari, yo te aprecio pero debes de hacer algo."
- "Tch, ¿y por qué? ¿Acaso pretendes explotarme laboralmente? O convertirme en tu esclavo."
- "(SI) No, ¡no es por eso! Por Aquel que Espera..."
- "¿Por qué lo nombras como si estuviese aún vivo? Lo matastes tú mismo, idiota."
- "Pues... E-e-e-era una expresión que usé bastante en mi inicio con la Corona Roja."
- "Al menos tú no quisistes sólo el poder, al final me liberastes. Pero no era lo que quería."
- "Dejemos esta conversación, porque ya quieres escacearte parloteandome. No lo harás Nari~, está vez no te la dejo pasar. Te he tenido que cuidar durante un mes entero porque según tú, te caíste de un precipicio por culpa de una vagoneta."
- "No me recuerdes ese mes infernal."
-Flashback.
"Vamos Nari~, di: Ahhh~...."
- "¡Antes muerto! ¡Aléjate Cordero patético!"
- "Tienes que comer, Nari querido~, esta sopita la hice yo, ¡Tiene mi amor! ¡Mira!" - La sopa del Cordero no se veía mal, de hecho, se había tomado la molestia en trocear la carne y darle la forma de la Corona Roja o tallar la misma cara del Cordero.
- "¡No! ¡Ni de-" - Narinder no terminó la frase debido a que casi se ahoga porque El Cordero le metió la cuchara en la boca para que tomase de la sopa, haciendo que casi se ahogue.