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-"Hermano, despierta"... Escuchó Narinder pero no podía abrir los ojos, estaba en un vacío oscuro, se sentía impotente, veía a cualquier lado pero no había nada, ¿estaba cerca o lejos de aquella voz? ¿Conocía esa voz de algo? Mierda. Debía abrir los ojos pero no podía, algo se lo impedía. Forzó sus ojos a abrir hasta que pudo por fin. Llevaba su antigua túnica negra, esto significaba que aún no estaba Hecket en la Antigua Fé, al parecer estaba meditando en Anclaprofunda, en una cascada con aquellos minerales marinos brillosos, cuya luz era relajante.

- "Al parecer, la meditación te hace bien Narinder" - Escuchó decir al pulpo. Miró a su derecha y ahí estaba su hermano, Kallamar.

- "Hm, verdad Kallamar, aquí uno se puede relajar bastante, ya entendí porque elegiste este lugar como tu territorio, no hay gente molesta, los lugares son relajantes y aquí el maná abunda bastante. Haces bien en cuidar este territorio hermano, bien hecho.

- "G-gracias hermano... Hago lo que puedo gracias a ti y a Shamura. Sois como mi familia."

- "Venga Kallamar, no es para tanto, deja de decir eso que me haces sonrojar... Bueno, ¿cómo van tus estudios?"

- "Bien, estoy estudiando la anatomía y las enfermedades, son algo que Shamura no ha estudiado tanto, él o ella, se enfoca en las maldiciones y, aunque haya estudiado la anatomía te todas las especies, no sabe muy bien de enfermedades, solo sabe los efectos de las maldiciones. ¡Ah! ¡También estudio las armas! ¡Las colecciono y practico con ellas! Con ellas me defiendo, mis favoritas son: El cetro, el sable o cimitarra o bracamarte dentado, La Maldición de las Profundidades, La Daga del Marne, La Linterna AquaAzul y también si no uso eso uso el Martillo eclesiástico, un hacha con truco para alargarla y pillar de sorpresa a los herejes, una lanza dentada, también estoy experimentando con la pólvora, he visto que puedo crear armas que sueltan chispa, son como flechas, ¡pero más potentes! ¡Te puedo mostrar bastante! Incluso cuando las termine, ¡te dejaré quedarte algunas!

- "¡Jaja! Me has impresionado totalmente, Kallamar, no esperaba que fueses tan tan listo."

- "¡Hey! ¡Narinder!"

- "Bueno, con saber que estás bien, me conformo, te va demasiado bien, ¿Cómo va tu culto?"

- "Pues bien, a-aunque todavía estoy practicando el hablar en p-publico.... Eso no lo superó y también mi coraje... No soy muy valiente, solo huyo de los problemas... A veces me da por pelear pero casi siempre termino huyendo. Quiero ser como tú o como Shamura, sin remordimientos pero siempre con la cabeza fría... Yo solo huyo y soy algo torpe..."

- "Poco a poco, Kallamar, sé tú mismo, yo también fuí como tú, lloraba al matar, Shamura me hizo olvidar ese sentimiento, es más, abracé el sentimiento de matar, me he vuelto algo desquiciado al matar, me encanta ver a mis enemigos sufrir lo máximo posible antes de matarlos, según Shamura, es debido a mi corona, cuando mis ojos se vuelven rojos... La matanza comienza... Pierdo el control a veces pero, los beneficios que me da la corona son muchos... Un día, ataque a Shamura... Estaba claro que me detuvo y me regañó, pero luego le expliqué que no podía controlarme y por eso medito bastante, tengo algo de miedo cada vez que peleo. Procuraré no hacerte daño, Kallamar, lo juro. Mantendré nuestra promesa. Daría mi vida si es necesario, solo para protegerte a ti, o a Shamura, con mi cuerpo y mi alma."

- "De eso estoy seguro, hermano, sé que tú no me harías daño, me siento muy seguro al estar a tu lado... ¡Pero yo también mostraré lo que valgo! ¡Mostraré estar a la altura!"

|| Salir del INFIERNO || - Cult of the LambWhere stories live. Discover now