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BlackCat dejó de amarrarme con su látigo, mis muñecas aún seguían doliendo, mis manos estaban heladas la sangre no estaba fluyendo correctamente en esto.

-Camina, no me hagas usar la fuerza contigo.

-No tengo miedo- mi voz seguía saliendo rasposa debido a lo lastimada que estaba mi garganta.

Mi cara se estrelló en una tubería, el sonido fue seco, estaba comenzando a aturdir.

-Me va a odiar al verte así, pero es que tú te lo has buscado Astrid, debiste acceder a venir de una manera pacífica.

Miré a mi alrededor, el lugar estaba oscuro y olía demasiado feo- ¿En dónde estamos?

-Bienvenida a la ciudad subterránea- dijo paseándose frente a mí- Las líneas del metro y las alcantarillas colindan en ciertos puntos, ¿Sabías eso?- me dió una mirada- Es un excelente escondite, los policías no se atreven a bajar hasta acá.

Miré hacía arriba, la luz lograba filtrarse entre pequeños espacios de las tapas de las alcantarillas.

-Descuida, no vamos a bajar mucho.

-¿Quién eres?

Una sonrisa se expandió en su rostro- Un héroe nunca revela su identidad, sería algo idiota si te dijera mi nombre.

-Bueno, debes de ser alguien que conozco- la mujer rodó sus ojos.

-Cierra la boca y camina.

Caminé detrás de ella en silencio mientras miraba mis manos regresar lentamente a su color normal.

Comencé a buscar una salida que me fuera fácil, estaba cojeando también, solo espero que mi tobillo no tenga una fractura.

¡Dios mío, Aisha! Debe de estar asustada, solo espero que le haya dicho a Ned o que al menos una de las chicas del equipo haya visto las noticias.

-¿Con quién me llevas?

-Ya lo verás, estamos cerca- siguió caminando.

Nuestros pasos comenzaron a hacer ecos, me detuve en silencio al escuchar otros pasos detrás de nosotras.

Giré tratando de ver a alguien, una sombra se movía a una distancia considerada.

-¿Por qué te detienes?

-Cállate y escucha- dije tratando de que escuchará los pasos.

-No hay nada ahí, ahora camina.

-No, ahí hay alguien- dije con seguridad.

Comencé a caminar hacía la sombra, solté un quejido alto cuándo el látigo tomó mi tobillo lastimado.

Tiró de este haciendo que mi cabeza y cuerpo volvieran a estrellarse contra el suelo.

El sabor a sangre lo sentía en mi boca, el suelo raspando mis heridas y cara me hacían sufrir de dolor.

Un gruñido comenzó a hacerse presente.

-Hola grandulon- dijo la héroe- Alguien ha venido a visitarte.

Tomó el látigo y con fuerza me lanzo hacía enfrente, caí pero no me pegue en una pared o en el suelo.

Levanté mi mirada, viendo los ojos y los enormes dientes del simbionte.

-Venom- susurré tratando de alejarme de él.

Aquella cosa podría tener a Peter adentro, pero estoy segura que el chico no era quién le controlaba.

-Oh, ¿Ya se conocen?

Paper Rings (Peter Parker/Spider-Man)Where stories live. Discover now