"El mundo no necesita un nuevo Ironman, por qué estoy segura que tú eres más que eso, tú puedes contra todo Spider-man, y, estoy segura que Peter Parker también lo puede lograr"
La vida después del "Blip" no es fácil para todos, no después de la mue...
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Estiré mis brazos al despertar, note que aún tenía la misma ropa que ayer. Solté un bostezo y me pare de la cama.
Fui a tomar un baño. Al salir note que tenía llamadas perdidas y mensajes de Peter, Ned y Betty. Incluso había unos mensajes de MJ.
Me fijé en la hora. Carajo, carajo, carajo. Tome la mochila y mis zapatos. Baje las escaleras, dejé la mochila sobre la mesa y terminé de alistarme.
Ya había perdido el día, o bueno, al menos medio día. Fui por una manzana, me coloque mi chamarra, tomé la mochila y salí de la casa.
-Voy tarde, voy tarde- me dije para mí misma cuando empecé a correr.
Tome el autobús y en todo el camino movía mi pierna desesperadamente. Mordí la manzana y empecé a mandarle mensajes a mis amigos.
Cuándo note que iba a parar, empuje a las personas que estaban ahí y volví a correr hacia la escuela. Mire la hora, y suspiré aliviada. Sólo esperaba que el señor Harrington me dejara entrar.
Choque con varios por los pasillos pero me daba igual. Ni siquiera pase a dejar las cosas en mi casillero. Simplemente llegué directo al salón.
-¡Profesor!- el señor Harrington paró en la puerta del salón- Lo siento, ¿Puedo entrar?
-¿Se encuentra bien señorita Ba...
-Sí, sí- respondí agitada- Gracias.
Le di una sonrisa, que estoy segura que salió cómo una mueca. Pase aún así notando las miradas de todos mis compañeros.
Tome asiento a lado de Peter. Dejé mi mochila en el suelo y trate de peinar mi cabello.
-Tienes una...- le mire, pasó su mano sobre mi cabello, quitando una ramita de un árbol- ¿Estás bien? Nos preocupamos cuándo no llegaste...
-Lo noté, gracias- respondí- Me he quedado dormida.
Peter asintió- Estuve por llamar a May para que fuera a buscarte.
Le mire apenada. El profesor empezó con la clase y por primera vez, empecé a poner atención a lo que decía.
-Te has perdido el almuerzo- dijo Pete en voz baja.
-Ya lo sé- mi estómago rugió, Peter me miró confundido, negué, una sonrisa apareció por su rostro.
-¿Has desayunado algo?
-Una manzana- el chico rodó sus ojos- ¿Qué?
-Nada- continuó copiando lo del pizarrón.
-¡Muy bien!- aplaudió- Este viernes es el baile, y creo que es momento para recordarle las normas.
