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La mañana estaba fría, me coloque mi bufanda antes de empezar a caminar.

-¡Buenos días Astrid!

-¡Buen día!

Tome aún más mi mochila y comencé a caminar, no sin antes hacer una nota mental: comprar un par de guantes y un gorro.

Camine hasta la parada, ni de loca me sentaba en aquella banca metálica. ¿Cómo es que la gente soportaba sentarse ahí? Mejor dicho, ¿Cómo es que ya no soporto las temperaturas tan frías?

Había estado viviendo en un país completamente helado, creí que me adaptaría, pero al parecer no lo he logrado.

El autobús tardo en pasar, subí y tome asiento en las últimas filas. Empecé a colocar los auriculares y le di play a la playlist que Peter me había mandado.

No entendía los cambios repentinos de mi amigo, de verdad que no lo hacía. Y creo que se molestaba aún más si le preguntaba si estaba bien o que era lo que sucedía.

Pero Peter no era importante ahora, lo importante era saber porque el rubio me había estado mirando desde que subí al autobús.

Regla número uno, no hacer contacto visual con los desconocidos. No resultaba del todo bien, a menos que estés en una película romántica, en dónde el desconocido se enamora profundamente de tí.

Pero no era una película, era la vida real. Llena de depredadores viviendo bajo la fachada de personas normales. Oh bueno, al menos eso me enseñó Scooby Doo.

Dios, ¿Este chico no parpadea?

-¡Ja!- cubrí mi boca al notar que había gritado- Lo siento...- me hundí en el asiento y subí el volumen.

Vaya, Parker tenía buen gusto musical.

El rubio seguía mirándome, ya parpadeaba, pero seguía mirándome. Loco. Tal vez debería de hacer esa cara que hace Aisha en estás situaciones.

Afortunadamente bajo en la parada siguiente, se quedó en la ventanilla que yo estaba sentada y agitó su mano. Y yo, por alguna extraña razón, me devolví el gesto.

Cuándo llegué a mi parada. Camine la media cuadra hacia la escuela y ví a mi castaño favorito en la entrada principal, estaba metido en su mundo. Ni siquiera noto cuando MJ paso a su lado. Interesante, muy interesante.

Pero Peter no me había hablado el día de ayer, me había ignorado por completo. Y no, no soy rencorosa, pero le daré un poco de su medicina.

Pase de largó, apresurando mis pasos.

-Astrid espera, lo siento... Permiso... ¡Astrid!- tomó mi brazo- Oye, lo lamento.

Lo mire, le quite su mano de mi brazo y seguí caminando.

-Hey, hey- venía a mi lado- ¿Sucede algo? Sé que actúe mal pero... Oh, ya veo, ¿Me vas a ignorar el día de hoy? Astrid por favor, no lo hagas... Fue muy difícil para mí evitarte ayer, puedes preguntarle a Ned.

Le mire juntando mis cejas- Oh bueno, me conformó con que me mires- dejé de verlo- Astrid, por favor- llegamos a los casilleros- Le diré a Ned que hable me ayude en esta situación.

Metí mi mocha adentro y saque los libros que ocupaba en la primera hora.

-Lo lamento, ¿Tengo que repetirlo otra vez? Por qué lo haré las veces que sean necesarias...

-Es suficiente con una, dile a Ned que lo estaré esperando en la mesa de Betty.

-Entonces... ¿No me hablaras hoy? Bien, puedo sacrificarme un día más.

Paper Rings (Peter Parker/Spider-Man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora