Todo por la corona -NetJames-

Capítulo 19

James se encontraba montado en el regazo de su jefe, besándolo con fervor sin querer separarse, Net llevó al menor a una suite de uno de los hoteles lujosos de aquella isla, no se arriesgarían a que alguien más los viera. El azabache acariciaba todo el cuerpo del hombre encima de él, llevando sus manos a su cintura, sus caderas y trasero tonificado que apretaba con delicadeza, el pálido hundía sus dedos en los cabellos del mayor, acercándolo a él de forma necesitada. 

El azabache descendió al cuello blanquecino del otro, dejando besos y marcas rojizas que de seguro serían notorias al amanecer, vio a los ojos a James, quedando embelesado por aquel brillo que la luz de luna le daba, su mano fue directo a la mejilla de este acariciando con su pulgar aquella piel ajena, sintiendo como el más joven buscaba más de aquel tacto, frotando su mejilla contra la mano de él, le pareció bastante tierno. Agarró de los muslos al menor, alzándolo en sus brazos para llevárselo a la habitación. 

Lo deposito en la cama con cuidado, observando el rostro ajeno con un hermoso rubor, sus labios hinchados y rojizos por los besos anteriores, su cabello alborotado y su ropa fuera de lugar por las manos traviesas de él, escuchó su nombre ser mencionado, se acercó al más joven para besarle hasta que quedara sin aliento. 

-Se-señor Siraphop. -Sus oídos quedaron completamente encantados por la delicada manera en que el menor había jadeado al llamarlo, un jadeo que juraba que le quedaría grabado en su mente. 

-Dime Net, por favor, quiero escucharlo de ti. 

Su ropa fue retirada con tranquilidad, él desabrochaba la camisa del mayor al mismo tiempo que este quitaba sus pantalones, sus ropas quedaron regadas por toda la habitación, la ropa interior fue tirada sin interés y sus miradas se dedicaron a observar los cuerpos desnudos sin pudor, Net tomó el miembro del menor, subiendo y bajando su mano haciendo al pelinegro jadear por eso, vio al mayor acercar su rostro a su miembro, beso su punta y de pronto lo vio acercarse hasta su entrada, dejando besitos alrededor de esta sintiendo de repente la lengua del mayor adentrarse a su interior. 

-¡Ah! -Sus rodillas intentaron cerrarse por inercia por la humedad inesperada, aunque por el hombre mayor entre sus piernas no pudo hacerlo. 

La lengua del mayor embestía su entrada, sintiendo como lamia y sacaba su sinhueso, sus dedos se aferraron al cabello del azabache del otro no dejando que se separara de su entrada, Net se alejó del menor metiendo uno de sus largos dedos con cuidado, mientras besaba el rostro de James para qué se relajará por la intromisión, movió su dedo lentamente escuchando los gemidos bajos del más joven.

Fue acelerando sus movimientos, escuchando como la entrada del pelinegro hacia un sonido chicloso y entonces metió dos dedos más de una sola estocada, James alzo sus caderas por el repentino aumento de dedos, sus piernas se aferraban a las caderas del mayor, apretando estas por las embestidas de sus dedos largos que tocaban con facilidad su punto P.

-Todavía no, aún falta la mejor parte amor. -Dijo con voz ronca, apretando la punta del pene del menor para evitar que se corriera.

Agarró el condón que había dejado en la cama antes de que se quitara los pantalones, lo saco del envoltorio con cuidado de no rasgarlo y lo puso en su longitud que estaba muy erecta y soltando pre-semen, deslizó su mano por su miembro, dirigiendo su mirada al hombre debajo de él viendo como asentía con su cabeza y su labio atrapado entre sus dientes.

Se adentró a la entrada del menor, jadeando al sentirlo caliente, húmedo y apretado. James abrazó la espalda ancha del moreno y con sus piernas apretó las caderas de este, le susurró al oído para qué comenzará a moverse dentro de él y el hombre mayor accedió al instante, moviéndose con gentileza de arriba a abajo.

-N-Ne-Net ah!

-Dime lo que quieres, James. -Sus miradas se encontraron.

-Quiero M-más.

Se movió rápido, escuchando los gemidos que empezaron a ser más altos, sus caderas no podían parar dejar aquel vaivén profundo y veloz, golpeando sus testículos con los glúteos del hombre abajo de él, James no podía ni articular una palabra por la manera en que el mayor lo penetraba, sus gemidos agudos enloquecían aún más al moreno, pues se movía sin piedad del pelinegro, ya que amaba escucharlo delirar por él.

Le encantaba la manera ruda en que Net lo estaba haciendo, pero él quería tomar el control, sentía que no estaba haciendo absolutamente nada así que aprovecho que un segundo de distracción del mayor, empujando el cuerpo del azabache a la cama, quedando él encima del hombre que lo había estado embistiendo, la sonrisa ladina de Net y como se sentaba recargando su espalda en la cabecera de la cama, sus manos sujetando la espalda del pálido encima de él, James se sentó en aquel pene, deslizando con cuidado por lo grande que era, el mayor se desesperó un poco por la lentitud y lo sentó haciendo una estocada profunda, viendo el hermoso gesto que hizo el pelinegro.

Su boca formó una tierna "o" gimiendo alto por la acción del moreno, sus ojos se abrieron en demasía y quedaron blancos por un momento, Net apretó uno de los glúteos del menor, mientras este recargaba sus manos en los hombros anchos del azabache para comenzar a dar saltitos en el miembro ajeno, sintiendo como se hundía con cada bajada, ya que todo su peso hacía que el falo entrará profundo y más ayudaba que fuera grande. Saltaba sin pudor, ya no existía la lentitud del inicio, solo saltos sin control, la cama rechinaba ligeramente por la manera descontrolada en que James no media su rapidez, Net jadeaba contra el cuello por lo caliente y muy húmedo que estaba por dentro, se deslizaba con facilidad facilitando así la cabalgada del menor.

-Cuanta energía, James. —El menor se acercó para besarlo, sintiendo la lengua del mayor entrar a su boca, invadiendo cada espacio de ella.

Sentía las manos de Net en su espalda, estrecharlo contra su cuerpo, sin dejarlo despegarse en ningún momento, movía sus caderas en círculos cuando se cansaba de montarlo y después retomaba los brincos rudos, chocando sus glúteos regordetes contra los muslos del mayor, buscando aún más de aquel pene que comenzaba a amar, nunca pensó que su jefe tuviera una buena longitud que pudiera satisfacer, siempre se burlaba a sus espaldas de lo que suponía tendría entre sus piernas y ahora confirmaba que aquel miembro sobrepasó todas sus suposiciones y le estaba encantando.

Las manos traviesas de Net golpearon sus nalgas, eso le fascinó y el mayor lo noto, pues lo volvió a hacer varias veces en cada salto que daba, una de las manos del mayor fue hasta su pene, sintiendo como lo masturbaba y entonces se corrió entre los estómagos de ambos. Net sonrió, embistiendo al pelinegro desde abajo de forma violenta, escuchando los característicos aplausos por la habitación, James lloriqueaba por la sobre estimulación que Net daba contra su próstata maltratándola con cada movimiento.

Abrazó al menor de la cintura, corriéndose en el condón, pero sin soltarlo, James pudo respirar, acostándose a lado del mayor, viendo como este se quitaba el condón y lo tiraba a la basura, fue atraído por los brazos del azabache, siendo estrechado contra el mayor y se acurrucó a su lado, pegando su cabeza al pecho de Net, cerrando al instante sus ojos, pues lo había dejado muy agotado, el mayor deposito un beso en sus labios y en su frente para él también dormir abrazando al hombre joven a su lado, cubriéndose con la manta.

-Descansa, James.

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Historia original por @geu_linlin