Cuando la luna encuentre su lugar. [✓]

21. No eres fácil de olvidar

NO ERES FÁCIL DE OLVIDAR

—Lo eres. Eres así de increíble.

Me quedo sin palabras al escuchar las suyas. Mis dedos dejan de recorrer sus mejillas. Ella sonríe tímidamente y se acerca a mí para besarme. Le correspondo durante unos segundos, antes de apartarme y ponerme en pie. Ella me mira con el ceño fruncido, pero disimulando una sonrisa.

—¿Qué... qué pasa?

Vuelvo a los bancos sin decir nada y cojo mi teléfono. Cuando me doy la vuelta Lea se ha sentado y me mira confundida. Llego a su lado y le tiendo mi mano para ayudarla a levantarse. Se pone en pie y yo busco en el teléfono la canción que quiero poner.

Dejo el móvil en el suelo mientras empieza a sonar la canción de Morat.

—¿Besos En Guerra? —pregunta ella, con una pequeña sonrisa.

—Me gusta esta canción.

La acerco a mí y le rodeo la cintura con los brazos. Ella pone sus brazos sobre mis hombros y me acaricia la nuca con el pulgar.

«Me encanta que siempre haga eso.»

Empezamos a inclinarnos de un pie a otro, mientras damos vueltas lentamente. Ella se ríe y le devuelvo el gesto.

—Estoy impresionada con tus dotes de bailarín —ironiza en voz baja.

—Dijo la que se dedica a dar saltos por la pista de baile.

—Touché.

Me quedo en silencio cuando llega la que es por alguna razón mi parte favorita de la canción:

Ganaré la guerra para conquistarte

No quiero admitir que te vas, que te vas

Ganaré la guerra para conquistarte

No quiero admitir que te vas, que te vas

Yo perdí batallas por nunca aceptar que

No eras fácil de olvidar

—No eres fácil de olvidar —repito junto a su oído. Sonrío de lado cuando siento que se estremece ligeramente.

«Mi frase favorita de la canción. La que me recuerda a ella.»