Cuando la luna encuentre su lugar. [✓]

19. Él

ÉL

Abrazo a Marco con fuerza antes de ponerme en pie. Lo miro a los ojos antes de hablar:

—Has sido más mi padre estas últimas horas que el mío propio en los últimos dieciséis años.

—Puedes elegir a tu familia, Lea.

Asiento antes de volver a la pista. La Patofamilia me mira algo preocupada cuando llego, pero afirmo que estoy bien. Elena me mira con una sonrisa nerviosa y se muerde el pulgar.

—¿Está bien?

—Es el del libro. Él es Marco Hannibal.

La sonrisa se esfuma y me mira con los ojos muy abiertos.

—Espera, espera... ¿Todos ellos son parte del libro?

—Sí.

—¿La hemos cagado mucho?

—No lo sabíamos, así que...

Me encojo de hombros. Miro en dirección a la mesa de al lado, donde Marco ya está también sentado. Gesticulo un «Lo siento» en su dirección y todos niegan con la cabeza, me sonríen y empiezan a hablar entre ellos.

Me sobresalto cuando Nox me pasa un brazo sobre los hombros y me da un beso en la mejilla.

—¿Todo bien? —susurra en mi oreja.

—Sí, sí... ¿Tú sabías que ellos son los personajes del libro?

—Sí, claro, lo que no sabía era que tú lo habías leído.

Después de eso nos quedamos en silencio, mientras vemos a la gente cantar (bien y mal). Entonces, aparece en la pantalla el karaoke de la canción que va a cantar Sara. Se pone en pie y la siguen unos cuantos niños. Se colocan alrededor de ella y empiezan a cantar Radioactive. Me encanta Imagine Dragons, y mientras ellos cantan la canción yo la susurro. Cuando terminan todos aplaudimos y gritamos. Se sientan de nuevo y otra persona canta la siguiente canción.

Un tiempo después aparece Sofía, de Álvaro Soler, en la pantalla. Toda la Patofamilia corremos para empezar a cantar. Cantamos desafinando y un poco a gritos, pero según paso la mirada por cada uno de los presentes, mi sonrisa crece cada vez más.

«Mi familia. La elegida.»

Nox se inclina hacia mí y me da un beso en la mejilla como si me hubiera leído el pensamiento. Lo abrazo mientras la canción acaba y todos aplaudimos.

Todos nos sentamos, menos David y Andoni, que van a cantar la siguiente canción: Tequila, de The Champs. Me pongo en pie rápidamente y corro, móvil en mano, para poder grabar a mis amigos cantando.

Inicio el vídeo cuando empieza la canción. Ambos se miran y se ríen antes de volver a mirar la pantalla. La música empieza. Y continúa. Y continúa. Parece que no va a acabar nunca; es solo instrumental y David y Andoni no están haciendo absolutamente nada.