Cap. 66

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-Pasando las horas los dos pajarracos estaban volando por los cielos discutiendo uno al otro, trataban de no perder el tema inicial con el cual juraban decir, pero el ruido que dejaban al momento ciertamente era cansado para todo aquel que estuviese cerca de ellos, cosa que pasaba con el Gecko que estaba haciendo un retrato de Selvasa y su rana mascota Rengie, los 3 estaban concentrados en lo suyo hasta que esa paz fue interrumpida por ese par de aves que no paraban de discutir.-

Loro: ¡te digo que soy el mejor!

Ave: ¡solo después de mí!

-La divina de la selva miraba a los dos seres emplumados unos minutos antes de dejar su mano palmeando su cara antes de hacer que las enredaderas ataran las patas y las alas de ambos loros para que se callaran.-

Selvasa: a ver ¿qué tienen para decir?

-Decía con algo de enojo en su rostro hacia los dos pajarracos quienes guardaron silencio hasta que uno de ellos decidió hablarle con un poco de timidez.-

Loro: mi señora, debemos tener el placer de informarles que los Combos Niños de los cuales hemos enfrentado en el pasado, se encuentran en el mundo divino entrenando en el castillo divino.

-Eso en un principio sorprendió a la mujer, quien en un inicio sentía un extraño sentimiento de energía, pero luego cambio su semblante para hacer que las enredaderas los acercasen más a su altura para verles a los ojos.-

Selvasa: ¿no me estarán engañando, o si abejorros emplumados?

-Los mencionados sudando gotas frías desde sus cabezas hasta sus nucas, negando rápidamente.-

Loro: ¡N-n-no, no, no mi leidy! ¡Estamos diciendo la verdad!

Ave: ¡Los niños están aquí! Están en el castillo Divino.

-La rana mascota de la mujer miró a los dos pajarracos sacando la lengua para lamerles la cara antes de girar hacia la mujer asintiendo con la cabeza, lo que hizo que terminó para que pudiera suspirar sin mucha opción para decidir.-

Selvasa: bien, y se supone que están en el castillo divino.

-Los dos asintieron en silencio con la cabeza temblando levemente, ella llevó su mano hacia su mentón elevando la mirada unos segundos antes de dar una sonrisa haciendo que las enredaderas soltasen a las aves, dejándolas caer al suelo directamente.-

Selvasa: en ese caso debería de prepararles una sorpresa, pero primero debería de hacerles una visita sorpresa~

-Dijo sosteniendo a su rana mascota quien le sonrió antes de darse la vuelta dejando a los dos hermanos irse volando a otra dirección buscando ser quién diese el chisme que acaban de dar.-

Selvasa: veamos, primero seamos cordiales, si están en el castillo divino debería de lucir más elegante y sofisticada~

-Hablaba para sí misma mientras acariciaba en la cabeza a su rana, ideándose algunas ideas par su vestuario a usar, rápidamente fue hacia su casa para buscar algo elegante que pudiera usar ante la presentación que debería de dar al momento, sacando distintos trajes elegantes, todos con temática de naturaleza.-

Selvasa: veamos, ¿vendría bien un estilo tropical o más veraniego?

-Decía probándose varios estilos, entre ellos de las estaciones del año, la rana estaba en su cama esperando la decisión que pudiera dar.-

Selvasa: hace tiempo que no veo a los hermanos Divino Monos, supongo que el tiempo ya les ha dado bastante con lo que desear, se sentirán envidiosos por mi apariencia después de años.

-Dijo mirándose al espejo con un vestuario de falda hasta el piso, flores tropicales acompañadas de orquídeas, hojas primaverales y otras que pudieran resaltar en colores vivos, dio una vuelta entera delante del espejo de enredaderas que sujetaban el cristal de minerales que mostraban su reflejo.-

Reyes divinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora