Cap. 35

18 1 0
                                    

-Dentro del mundo humano la cabeza de piedra estaba todavía encaminándose hacia donde se estaban dirigiendo los dos niños quienes la parecer estaban viviendo bajo la misma casa, una casa un tanto antigua pero bien cuidada en donde estaban los dos cuidando de una señora de prendas largas y sombrero que les abrió la puerta.-

Anciana: al fin llegan ¿que les ha pasado?

?: tuvimos que buscar algunas cosas.

??: nos ha costado encontrar las canastas.

Anciana: mmn.... Bueno, pasen que ya es tarde.

-Los dos niños se adentraron a la casa antes de que esta cerrase, la cabeza de piedra estaba curioso de saber quién era la señora puesto que su casa estaba diseñada por símbolos que ya actualmente no eran usados en la ciudad y ahora solo se usaban como decoraciones o murales, con cuidado se fue subiendo entre los troncos de los árboles y ramas para llegar lo mas cerca posible de una ventana de la casa.-

Cabeza de piedra: (¿por qué me suena tan familiar?)

-Pensó para sí mismo mirando un poco el interior y guardando silencio para escuchar lo que tiene que ver en el interior.-

Anciana: recuerden que mañana deben levantarse temprano para sus clases de esgrima, su maestro me ha dado noticias de que ya esta bien.

??: Bien, esperó que ella no vuelva a dañarlo.

?: Solo fue un accidente, ¿cómo iba a saber que se doblaría en el último tramo?

??: Es porque piso mal cuando iba contra ti.

?: Ajá, claro.

Anciana: vamos niños no empiecen con eso, es un accidente y ya ¿o no es eso lo que sus padres dirían?

-Los dos guardaron silencio en lo que la niña abría la puerta de la habitación.-

?: Como sea... ¿Ahora qué? ¿Despues vamos a la escuela?

-La mujer vino detrás de ellos para acomodar la lámpara, la cabeza de piedra se ocultó entre las hojas pero procurando que que viese bien ala señora que tenia cabello blanco y largo, trenzas delante de su cuello y lentes que impedían ver sus ojos, aunque a pesar de que se veía como tal, su voz parecía ser de una señora de 40 años.-

Anciana: eso estuve pensando, ustedes deberían de iniciar las clases pronto.

??: Pero me gusta estar como ahora.

Anciana: lo sé, sin embargo, seria genial que por mi tuvieran que estudiar con la señorita Soledad, he escuchado que hay un par de niños súper buenos jugando al Novanok.

-La cabeza de piedra alzó una ceja en lo que escuchaba todo lo que decía la señora.-

??: Yo no quiero jugar con ellos, soy excelente jugando al Novanok, no necesito de nadie mas para saberlo.

Anciana: sé que eres muy bueno, pero ¿acaso no seria mejor revelar esa superioridad contra otros buenos jugadores? Además, escuche que las niñas de allá son muy especiales.

?: Vamos, solo son un par de muñequitas que están únicamente pendiente de maquillarse y verse bien.

-La señora suspiró levemente.-

Anciana: estoy segura de que tendrán que darle una oportunidad, recuerden que sus padres estarían felices de todo lo que estarían haciendo cuando vuelvan con ustedes.

??: Prefiero que vengan rápido, es aburrido esperar a mamá todo el día.

-Los dos niños tomaron sus camas individuales con los cuales fueron cubiertos por las sabanas de parte de la señora.-

Anciana: puedo entenderlo, pero hasta ahora, solo tendrán que esperar todavía.

-Luego de arroparlos se separaba tras darles un beso a cada uno.-

Anciana: ahora descansen, mañana sera un día agitado.

-Los dos niños cerraron los ojos para dejar que la señora apague las luces y saliese de la habitación, luego de eso es que el silencio se mostraba a plenitud, la cabeza de piedra salio de su escondite para ver mejor y mas de cerca los detalles que habían en el interior de la casa, cuadros con el dios serpiente emplumada, dioses de arcilla de forma originaria, una venus echa por aborígenes, muebles hechos a mano y no presicamente de madera, hojas de coca colgando del techo, gorros para el frío, unas que otras plumas de atrapasueñoa, entre otras cosas mas.-

Cabeza de piedra: (estoy seguro de que algo de esto se me hace familiar.)

-Seguía pensando mientras que iba bajando con cuidado de aquel árbol aunque luego termino por caer, la señora encendió una luz para asomar su cabeza hacia afuera, al no ver nada la volvió a apagar; con alivio la cabeza de piedra volvió sobre sus pasos hacia donde vivía Grinto, que estaba a unas cuantas horas de la casa anterior que es donde estaba por ira buscarlo.-

Grinto: que bueno es verte.

-Se agacho para tomar a su cansado maestro para llevarlo consigo.-

Cabeza de piedra: cielos... Jamas creí que esto me llevaría tanto tiempo y pesadez...

Grinto: estaba buscandote por todas partes ¿qué encontraste?

Cabeza de piedra: encontré una de las casas antiguas, donde al parecer coleccionaban las viejas costumbres del mundo, pareciera que la señora de la casa es habitante de las montañas.

Grinto: ¿todavía existen? Creí que se habían derrumbado.

Cabeza de piedra: yo también, pero eso es una buena señal, ella nos podría ayudar a contactar con los divinos o con alguien que nos pueda ayudar para buscar y salvar a los niños.

Grinto: no lo sé... Suena algo peligroso... ¿No hay niños allí?

Cabeza de piedra: oh si, mañana vendrán a la escuela esperando si se inscriben o no, probablemente busquen a los combo niños por lo que habrá que estar pendiente de qué tengan que preguntar.

-El maestre ladeó la cabeza llevando una mano a su mentón pero llevando a la cabeza de piedra a su hogar.-

Grinto: esperemos que mañana todo vaya bien, tendré que hablar con los hermanos de Azul para convencerlos.

Cabeza de piedra: entre mas rápido mejor, así que hay que pensar rápido.

-Tras cerrar la puerta los dos maestros estaban hablando sobre los planes que harían mañana en lo que los dos  se dividían el trabajo para cubrir mas terreno del que se podría obtener, junto a las distracciones a ejecutar mientras que esperaban a que los rayos del sol mañanero traigan buenas noticias para todos ellos.-

Reyes divinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora