Un nuevo comienzo

Capítulo 12: Vaya

"Entonces déjame aclarar esto", Alice parecía un poco confundida, reformulando los últimos minutos de conversación "tú, ¿qué? ¿Impreso en mí?" Set asintió. "Es como el amor a primera vista, ¿verdad?" Miró a Seth, todavía no muy segura de lo que estaba pasando. Él le dijo algunas cosas raras cuando estaban sentados uno al lado del otro en una gran roca. Una imagen graciosa que deben haber hecho. Ella, el duendecillo travieso, vestía lo que consideraría elegante, y el adolescente fornido solo vestía pantalones de chándal ajustados, mirándola como si fuera la única persona en el mundo.

"No", respondió Seth, "imagina que tienes un alma, una persona que te ancla a este mundo. Alguien que lo es todo y todo para ti. Alguien sin quien no podrías vivir físicamente. Ese tipo de cosas", sonrió tímidamente. . Su piel rojiza brillaba a la luz de la luna y su olor a almizcle la llamó. No tanto como Edward o Jasper con sus humanos, pero causó que algo se agitara dentro de ella. Lo que sabía, en este mismo momento, era que cada fibra en ella decía que podía confiar en él.

"¿Pero por qué yo?" Ella preguntó con incredulidad. "Soy un vampiro. ¿Cómo nos llamas? ¿Fríos? No encajamos. No podemos. No deberíamos".

"No me importa", le respondió Seth con fiereza. "Incluso si quisiera, no puedo cambiarlo. Te pertenezco, completamente". Él la miró y ella no pudo encontrar ni un leve rastro de duda en sus hermosos ojos.

No estaba segura de cómo sentirse. Partes de ella saltaban arriba y abajo de alegría dentro de ella, otras tenían miedo. Con todo lo que estaba pasando en este momento, no sabía si era la mejor idea acumular otro problema en su ya impresionante pila.

Por otro lado, ¿por qué no? Que no pudiera verlo en su futuro no significaba que él no fuera el que había visto en sus visiones nubladas. Admitió que era bastante guapo y, lo que es más importante, se sintió comprendida. No era un vampiro, pero a pesar de eso, la hacía especial con solo mirarla. A ella le gustó mucho eso.

"Todo esto es realmente nuevo para mí", dijo, poniendo su mano en su mejilla. Se sentía tan caliente como el mismo sol bajo su mano fría, pero él no se inmutó. En cambio, se inclinó y la miró con anhelo en sus ojos. "¿Qué pasa si no te quiero? ¿Qué pasa si todo esto está mal?"

"¿Cómo puede estar mal esto?" Sacudió la cabeza. "Nadie, nunca, en quien se imprimió lo rechazó. Tarde o temprano, sucederá como se supone que sucederá. Estaba destinado a ser, Alice".

La forma en que dijo su nombre hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. No supo qué la hizo, pero se acercó al rostro de Seth y cuando sus labios tocaron los de él, todas las dudas, todos los pensamientos y preocupaciones, fueron arrastrados por una ola de felicidad suprema que se filtró a través de cada célula de su cuerpo.

Cuando finalmente rompieron el beso, Alice suspiró y luego se rió entre dientes. "No tengo ni idea de cómo contarle esto a la familia".

De repente, Seth parecía un ciervo a la luz de unos faros muy brillantes. "Dios, ¿cómo le digo a la manada...?"

Draco no pudo dormir. Lo había intentado durante varias horas. Su primer contacto con Jasper, su primer encuentro, todavía lo estaba sacudiendo bastante. Maldita sea , maldijo. Se levantó de la cama y se estiró un poco.

Tomó su varita y la agitó, elevando la iluminación de la pared a un naranja cálido. Fue a su escritorio y se sentó. Estaba mirando algunos libros de la vieja escuela, riéndose de algunos de los garabatos en las páginas. Echaba de menos esos días felices, cuando era solo otro sangre pura arrogante e intolerante que se divertía demasiado. Antes, cuando su pequeño mundo solo se complicaba con la tarea, Potter y esos Gryffindors. Poco sabía entonces lo que seguiría pronto, destruyendo su vida como un huracán de caos y destrucción. Sus dedos se detuvieron en su álbum de fotos. Lo tomó del armario y hojeó el álbum.