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Capitulo V | Sentimientos Fortuitos Pt.2

⊶ BANG CHAN /SEMANAS ANTES/⊷

-¡Bang! Aquí tienes.-Alguien llama por detrás.

Volteo y noto como un chico de cabello castaño camina hacia mí. Me ofrece una bebida energética, claro, aún trabajamos hasta la mañana; es estresante.

Sin embargo, lo hago por Lixie; mi querido esposo que estaba terminando la universidad.

-Gracias, Seungmin.-Agarro el frasco y lo abro.-¿Y el tuyo?

-Ya lo tomé camino aquí.-El castaño camina a su oficina para sentarse y revisar documentos.-Qué agotador.. ¿Cuándo terminaremos esto? Ya llevamos cinco días sin regresar a casa.

-Dale tiempo. Ya vamos a terminar.

Eso creo.

Sin más cordura, camino a mi asiento para relajarme pacíficamente, pero, recibo un golpe en la cabeza; Seungmin de nuevo.-¿Puedes dejar de relajarte? Así no llegaremos a ningún punto.-Sus cejas estaban enfadadas y sus ojos sin energía. Ínsito a que duerma un rato mientras yo hago su parte, pero su orgullo es más superior que su salud.

Me levanto y lo agarro de los hombros, haciéndolo dejarse caer en la silla para que descansara un momento y yo encargarme de lo demás.

-Pero, no podrás hacerlo solo. Lo mío es mucho, al contrario el tuyo..

-Descansa un momento. Tus ojos están que explotan.-Desorganizo su cabello y voy a la oficina.

Debo de admitir que todo se necesita terminar lo antes posible, sin embargo, mi cuerpo y mente no estaban tan consientes para seguir trabajando. En medio de leer el documento principal, descaradamente inclino mi cabeza para ver al castaño en la silla; estaba profundo.

Descarto lo que tengo en frente y camino hacia el chico, me quito la chaqueta y se la acomodo en el pecho para que estuviera más cálido.

Vuelvo al trabajo y no descanso hasta que llegó la mañana, mis ojos ya no podían más; de verdad necesitaba dormir. Mi cabeza se cae en el escritorio, parpadeando lentamente hasta que al final cierro mis ojos y duermo profundamente.

-Bang..

Escucho una voz dulce.

-Bang, despierta.

Mis ojos se abren repentinamente y veo a Seungmin con un chocolate caliente en ambas manos. Mi cuerpo se endereza y veo como la chaqueta que coloqué al castaño en su pecho cuando dormía estaba en mis hombros deslizándose.

-Cuando desperté, te vi durmiendo, así que te la puse en los hombros.

-Ah, te lo agradezco.-Rasco mi cabeza mientras agarro el chocolate.-¿Cuándo despertaste?

-No mucho.-Se sienta tomando un sorbo de su chocolate.-También te agradezco en que me ayudaras a terminar el documento.

-Oye, deja de ser tan soberbio. Cuando necesites un momento debes hacerlo.

El castaño asiente.

Pongo mi mano en su cabeza y la empiezo a acariciar mostrándole una sonrisa tierna. Se veía tan tierno bebiendo el chocolate y sus ojos cerrados cuando sonreía; muy agradable. Aunque, no sabía el porqué estaba tan feliz de ver su reacción, fue la primera vez en que me pasa esto estando a su lado en estos últimos años.