CAPITULO XVII | Recuerdos Que Caen

81 15 2
                                    

Estando en el auto, empieza a caer una tormenta de nieve, impidiendo obtener vista alguna mientras estoy manejando. Hyunjin estaba en la parte de atrás, sentado, viendo la ventana con su mente fuera de este mundo, pensando atentamente y tenso, sus manos oscilaban al igual que sus pestañas.

El semáforo cambia a rojo, freno el coche y volteo a ver a Hwang. - ¿Tienes frío? - Digo concentrándome en su estado. Este sacude su cabeza indicando un sí como respuesta.

- Prenderé la calefacción. De igual forma te pasaré mi maleta, hay un buzo cálido.

- Gracias, Félix.

Hwang recoge la maleta que estaba a su lado mientras yo prendo la calefacción y empiezo a arrancar nuevamente. De repente un teléfono suena; era el mío. Le solicito al invitado que por favor contestase la llamada, a lo que Hwang accede y oprime el altavoz.

- Hermanoo.. ¿Cuándo llegarás a casa? - La voz de Minho sale de la llamada.

- Disculpa, pero no escuché que me saludaras. ¿Así es cómo le dices a tu querido hermano menor? - Hwang suelta una risa corta.

- Félix, hola. ¿Cuándo llegarás a casa? Bang me acabó de llamar pidiéndote la hora exacta en que llegues a casa. Recuerda que hoy es su aniversario.. ¿número seis? Realmente no lo recuerdo. Igual tú eres el esposo de él.

- Ohh.. lo olvidé.. estoy llevando a un amigo a su casa. - Suspiro desconsolado. - ¿Podrías decirle que voy después de las.. que horas son Hwang?

- Justo las cuatro y quince. - Hwang levanta la mirada hacia mí velozmente.

- Llegaré a las cinco en punto.

- Está bien. Entonces lo llamaré luego. Lleva bien a tu amigo a su casa, sano y salvo~

La llamada se termina y estaciono el coche en una orilla, debía pensar en que hacer, ¿cómo podría llegar a esa hora con este tráfico y clima? ¿llegaré a tiempo? Un suspiro sale de mi boca y empiezo en que hacer. Hwang se asoma mirándome un poco preocupado. - ¿Todo bien, Félix? - Poso mi cabeza en el volante. Era evidente que mi mente estaba fuera de este mundo.

- Hwang.. lo lamento tanto. Había olvidado que hoy era el aniversario de mi esposo y yo, realmente lo siento.. - Volteo mi cabeza de un lado para el otro culpándome.

- No te preocupes. Es normal que uno olvide las cosas. - Muestra una sonrisa. - Pero.. mira el clima. No creo que puedas llegar a tiempo. Deberías esperar a que todo calme, ¿no?

- Es verdad..

Todo lo que dice Hwang es cierto. Debo esperar a que el estado cambie y así irme lo más rápido posible para ver a mi querido Bang, no obstante a que no sabía en dónde quedarme.

- ¿No sabes en dónde quedarte?

- Hahh.. sí~ - Mi voz se vuelve pesada.

- No falta mucho a que lleguemos a mi casa, puedes trasladarte ahí hasta que pase la tormenta.

Me quedo callado por un largo tiempo hasta que acepto; no tenía en dónde ni el lugar más cerca para permanecerme en este momento, Jisung vive más lejos y sin mencionar a Yang, él vive con Changbin y no quiero incomodarlos. Empiezo a manejar hasta llegar a la casa de Hyunjin, que por ende, si estaba más cerca.

A simple vista era elegante y muy vanidosa, a comparación de la mía y Bang que se ubicaba en un apartamento del décimo piso.

- Saldré primero. - Aplica Hwang empujando la puerta del auto.

Apago el auto y también salgo para después dirigirme a la casa tan humilde de Hwang. Al estar en la puerta Hyunjin saca sus llaves y las pone en la cerradura de la puerta, al hacer esto, de repente un perro ladra. Doy un brinco corto y mi rostro se sorprende.

Hwang se tapa la boca ocultando su risita tan arrogante. Finalmente abre la puerta y enciende la luz y, veo como la casa era tan ancha y grande por dentro, era más bonita adentro, unos cuantos cuadros puestos en las paredes pálidas y preciosas, uno llamó mi atención: un girasol en pleno cielo tan claro y majestuoso.

- Kkami, déjalo. Es una visita. ¿No has comido, verdad? - Hwang entra y camina a la cocina, luego voltea a verme. - Puedes pasar.

Doy un paso grande y cierro la puerta, pero esta se atranca fuertemente por culpa del viento. Me quito los zapatos como es debido y me siento en el sofá agradable y blandito. Saco mi teléfono para avisarle a Bang que estoy bien y que espere por mi llegada.

- ¿Félix también tiene hambre?

- ¿Eh? - Levanto mi mirada en donde estaba Hwang.

- Hay pollo con un poco de salsa.. o kimchi. - Abre el refrigerador.

- Lo que haya está bien. Aunque.. el pollo no suena mal. - Vuelvo mi mirada en el teléfono para una respuesta de Channie. - Espero que la tormenta no dure mucho..

Hwang saca una bolsa blanca y la pone en el mostrador de la cocina, retira una caja y, la calienta en el microondas por un largo tiempo. Se dirige en la sala y se sienta a mi lado. - ¿Hablas con él? - Comenta.

- Ugh.. sí. Debo de avisarle en como estoy.

- Ya veo. Bien por ti.

- ¿Lo dices por lo que hablaste el otro día? Tranquilo, ella llegará a ti. Solo espera el momento.

- De verdad tú..

Hwang queda viéndome un segundo y aparta su mirada molesto, ¿qué le ocurre? No dije algo malo. La mascota encamina rápidamente hacia su amo y, Hwang lo recoge y lo pone en sus piernas mientras juega con sus patas.

- ¿No me recuerdas, cierto? - Un tono triste sale de su boca.

Esa frase tan familiar volvió a mencionarse nuevamente. ¿Qué era eso de "no me recuerdas"? ¿Esto es acaso una broma? En verdad no entiendo nada. El microondas cumple su función y pita para anunciar que la comida está lista, mientras que Hwang Hyunjin todavía carga un rostro deprimente en la tormenta de nieve

Secret Secret | hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora