CAPITULO XXIII | Tonto.

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◗◖3 DÍAS DESPUÉS◗◖



- ¿Tienes todo, Bang? - Madre habla.

- Sí, señora Lee.

- Cuídate. - Mamá abraza a Bang.

- Y ustedes cuiden mucho de mi.. cuiden de Lix. - Bang sonríe cálidamente.

- Félix estará bien con nosotros, no te preocupes. Además, la estación no queda muy lejos que digamos; podrá ir a la universidad.

Chan abraza a mis padres con un sentimiento de calma, que se veía tan obviamente; yo estaba ubicado en la planta de arriba: la terraza tan "lujosa". No logré despedirme como era debido, apenas me había levantado de la cama. El viento tan helado se siente hasta los huesos.

Un grito tan fuerte que provenía desde arriba se podía escuchar abajo, en la carretera donde estaba Bang:

- ¡¡Baang!! - Mis manos se vuelven pequeños muros poniéndolas en mis pómulos. - ¡¡Por favor cuídate muy bien y sé feliz!!

El pelinegro voltea atónito, levantando la mirada en torno a mí, alza su mano agitándola tan alegremente y, con la otra, también hacía el pequeño murito. - ¡¡Adiós, Lee Félix!! - Da una sonrisa y se desvanece entrando al carro, arranca y el sonido resonaba en toda la zona.

Una lagrima sale en el momento tan silencioso que, si tenías los oídos con atención, podías oír como el viento chocaba consigo mismo. Mi cabello tan ondulado y castaño bailaba con la ventisca que pasaba; al fin tengo un suspiro en un estado de calmo, mi secreto al final sale a la luz, un peso de encima cae dejándome tan ligero y contento.

Bang Chan.. gracias por haber existido en mi vida y por aceptar mi decisión, te mereces toda la felicidad del mundo; parloteaba mis pensamientos en la ocasión.

- Lixie, bebé. Entra, por favor. Te puedes resfriar.. - La tan amable voz de mamá rompe el silencio.

Giro, y veo que me esperaba con una manta templada y rojiza con tonalidad oscura, encamino en destino a ella y la coloca en los hombros. Sus manos ásperas y calientitas se ponen en mis cachetes, baja mi cabeza en un ángulo prefecto y besa mi frente cariñosamente. - Vamos a dentro a comer algo delicioso. - Habla, se sentía tan acogedor su forma de hablar en ciertos momentos.

Se dirige atrás mío y pone su mano en mi espalda mientras camino a las escaleras que daban hacia abajo.

***

Un delicioso desayuno que estaba en la mesa, esperaba en que se metiera en nuestras bocas y saborearla en el paladar. Papá revisaba el periódico, algo común en todos los días que vivía en mi adolescencia y, por otro lado, mamá comía tranquilamente, sin ninguna distracción. Me emocionaba tanto volver a ellos y ver que no habían cambiado en nada, una exhalación de felicidad llena el lugar.

Una notificación se oye cerca; era mi teléfono. Sin embargo, como era de esperarse, mamá no dejó en que le diera ni un vistazo mientras estábamos desayunando, así que, lo ignoré y seguir con mi comida.

Pero el silencio no duró mucho, una llamada entrante se esparce y mamá estaba enfadada.

- Ya termine, ¿puedo ir a contestarle? - Doy un "pequeño" bocado al pan dulce.

- Okay.

Tomo el teléfono y me dirijo a la habitación. Reviso quien llama por mí y veo el nombre "HanJi" en pantalla; debo admitir que pensé que podría ser al menos mi hermano, él casi siempre llama a la hora del desayuno. Contesto y la voz de Hannie se escuchaba.

- Lixie~ mi querido amigo~ ¿Cómo has estado, todo bien por allá?

- ¿Qué quieres? Sé que esto lleva a algo cuando me hablas de ese tono.

- Woww. Llegaste directo al grano. - Una risita se oía del otro lado. - Mira.. Innie y Binnie quieren hacer una "pequeñita" fiesta para año nuevo.

- ¿Este treinta y uno?

- Pues sí, bobito~ ¿cuándo más sería el fin de año?

- Ugh.. no creo que estaré allí.. Me gustaría pero, ahora vivo con mis padres, lo sabes HanJi. - Un berrinche sale.

- Es tan cierto.. pero, eres adulto, tienes veintiséis años. Ellos deben autorizarte o al menos aceptar.

- Lo haces sonar facil~ Conoces a mamá.

- Vamos.. solo será este año~ necesitamos de ti para que sea más alegre~

- Hahh.. dame un respiro.

Un silencio pesado aparece.

- ¿Ya te diste un respiro? - Dice teniendo un tono agudo y preguntón.

- Sí.. sí, iré. - Doy un suspiro de aburrimiento.

- Yujuu!! en unos días nos vamos a divertir muucho~ - Su arrogante voz cantaba de la felicidad.

- Uh- huhh.. ¿eso era todo?

- Sip! Te veremos allí~ Byee!

Treinta y uno.. día en estar en familia; decía mirando el calendario atentamente. Sunnie entra a la habitación ladrando por unos mimos míos. - ¿Qué dices? ¿Debería ir? - Agarro las mejillas de la bola de pelos. Comienza a morderme algo juguetón, otra notificación entra.

Volteo para ojear el teléfono que yacía encima de la cama, dejo de mimar a Sunnie y recojo el dispositivo prendido. "Hwang Hyunjin", otra vez aparece ese nombre. Cliqueo la notificación y empiezo a leerlo:

Hyunjin: Han me acabó de llamar.. [9 : 58]

Hyunjin: Dijo que el fin de año habrá una fiesta.. ¿irás? [9 : 58]

¿¡Hyunjin también irá!?, oh.. mi Dios.

Empecé a escribir tan inquieto que casi no se podía entender lo que trataba de escribir, unas manos torpes no seguían las ordenes de mi cerebro, tontas manos. Sin embargo, Hwang se divertía en leer los mensajes; me molestaba mucho en que se quebrara de risa en mis momentos de ineptitud, tonto Hyunjin, tonto, tonto Hyunjin.

Secret Secret | hyunlixWhere stories live. Discover now