Ya no hay vuelta atrás

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Olivia

Llegué a mi casa con nerviosismo, pues claramente Michael estaría allí esperando por mí, y haría preguntas, así que decidí contarle de una práctica que hicimos un par de semanas atrás, así no tenía que inventarme nada y cagarla. Entré después de tragar saliva con dureza y pasar mi mano por el pelo. Me aclaré la garganta y pasé. 

- Michael, ya llegué. - Anuncié y el castaño salió medio adormilado de mi habitación. Una media sonrisa se le formó, la cual intenté imitar. Me acerqué a él después de dejar mi mochila en una silla y lo abracé, era extraño. La culpa me invadía el alma, pero de alguna manera se sentía como si no me hubiera equivocado del todo. Mike besó mi cabeza y me dio la cara.

- ¿Cómo te fue? - Suspiré fingiendo fastidio, pues Mike sabe que detesto a mis compañeros de equipo. 

- Ya sabes, esos idiotas no saben hacer nada, los odio. - Rodé los ojos para hacer todo más creíble, Taylor parecía convencido. Nos sentamos en el sofá y le conté de lo que hicimos, técnicamente no mentía, sí fue algo que había hecho, pero no ese día. Mike escuchó todo muy entretenido mientras cocinaba. Hizo ensalada de no sé qué rayos, pero sabía muy bien al lado de papas y pollo al horno. Si no fuera tan intenso y no estuviera enamorada de Noah, en definitiva, me casaría con el vocalista de Chief, pero la vida tiene sus caminos. 

Nos sentamos a comer en calma y acordamos ir a cenar a un restaurante muy bonito en el centro de la ciudad. Cada segundo que pasaba me mataba de nervios, era como si muy en el fondo Mike ya supiera lo que ocurría, y yo tenía miedo de decir la verdad. Michael no se merecía nada de lo que había pasado y con el pasar de los días, todo se volvía más complicado. Me estaba arrepintiendo de lo que había acordado con Sebastian, empezaba a creer que este era sólo otro de esos momentos en que todo es perfecto, y dentro de poco las cosas se pondrían mal nuevamente y el ciclo continuaría, me aterraba vivir así, porque bien tengo en cuenta la inestabilidad emocional de Noah. ¿Y si mejor me alejo de todos para siempre? Corazones rotos habrían tres, pero así no existirían las rivalidades, pues yo no saldría ni con Taylor ni Sebastian. Me parecía lo más adecuado para la situación, pero me aquejaba el hecho de creer que yo podría recompensar a Mike después de todo, de hacerlo feliz como él me ha hecho a mí a pesar de los malos ratos, al final él se esforzaba bastante en lo nuestro. 

- ¿Liv?

- ¿Uhm? - Mike soltó una risita.

- ¿Todo bien? Estás muy pensativa.

- Ah, sí, es que tenemos que hacer muchas cosas. El reporte de laboratorio será muy extenso esta vez y siento que me volveré loca con el equipo que tengo. - Michael asintió comprensivo.

- No te preocupes, bonita, ya encontrarás la forma.

- Sí, supongo. - Curvé mis labios un poco hacia arriba y me quedé observándolo fijamente, analizando mis opciones, las decisiones que me trajeron a este instante. La tormenta me golpeaba con fuerza, y entre tanto dolor y angustia, la imagen de Noah durmiendo a mi lado, tan tranquilo y sereno, con su hermosa carita y sus mejillas sonrojadas, me llegó a la mente sin pedirlo. Una sonrisa boba se me formó en los labios, me quedé perdida ante el recuerdo y las ganas de despertar una vez más a su lado. Michael me sacó de mis pensamientos sonriéndome enormemente. 

- ¿Qué? 

- Uh, nada, nada. Sólo te quería ver... - Me puse muy nerviosa, no podía seguir fingiendo que lo amaba y me daba cuenta de que si decidía permanecer con Michael tendría que fingir por el resto de mi vida, lo que con el tiempo me traería problemas aún peores de los que ya tenía. 

- Ummm, ya veo... - Se puso de pie hasta rodear mi silla, estaba a punto de pararme, pero Michael me obligó a quedarme sentada. Acercó sus labios a mi oído y susurró. - ¿Quieres jugar conmigo? - Besó mi cuello y eso no me ayudó. Tragué saliva intentando contenerme, pero ¿cómo podría? Ya empezaba a volverme loca, si me acostaba con Michael, ¿contaba como engañar a Noah? Porque a Mike ya lo había engañado dos veces, y ya me empezaba a dar igual, pero a Noah... No sabía si me podría perdonar eso o poder sobrellevar la carga de culpabilidad. Yo amo a Noah, y hacerlo con Michael a partir de ese instante contaba como traición, al menos así lo veía yo. 

Just PretendWhere stories live. Discover now